Es teóloga y virgen consagrada, y, en los últimos días, la mujer más buscada por los medios parisinos. Laetitia Calmeyn, de 46 años, es la mujer a la que se ha atribuído una relación con el arzobispo de París, Michel Aupetit, quien recientemente presentaba su renuncia ante el Papa –y que este aceptaba–. El pasado 9 de diciembre, Calmeyn aparecía en las páginas de Paris Match paseando junto a Aupetit, poniéndole rostro y haciéndole blanco de innumerables críticas.
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“¿Habría habido el mismo tratamiento mediático si fuera un hombre quien pasease junto al arzobispo?”, se pregunta Calmeyn en una entrevista con La Croix. “¿Deberían las mujeres en la Iglesia ser reducidas a objetos de sospecha, fantasía, expresión de celos o servilismo?”, reflexiona la mujer, quien señala que lo ocurrido en los últimos días la ha dejado “en estado de shock”.
Poder en la archidiócesis
“¿Significa todo esto que, en la Iglesia y ante los ojos del mundo, una relación entre un hombre y una mujer vivida en amistad es impensable? Puedo admitir completamente que los periodistas quieren conocerme, pero este robo de imágenes y este montaje sugieren sospechas“, ha aseverado.
Pero, si por algo se ha sentido ofendida Calmeyn ha sido por el modo en el que los medios la han señalado casi como una ‘mujer fatal’ en busca de poder dentro de la archidiócesis francesa. “Soy profesora en la facultad de Notre-Dame del Collège des Bernardins y directora del ISSR (Instituto Superior de Ciencias Religiosas). También estoy en la junta directiva del seminario de París, pero no formo parte del equipo que apoya a Michel Aupetit en su gobierno”, ha explicado. “Hay sacerdotes que tienen importantes responsabilidades en la diócesis. ¿Diríamos de ellos: “Oye, es un hombre de poder”?”.
Foto: La Croix