Este martes, 14 de diciembre, se retoma el juicio que ha sentado en el banquillo al cardenal Angelo Becciu. La sesión vuelve con un nuevo revés para Becciu, que había pedido el embargo de 500.000 euros por daños y perjuicios a su acusador y antiguo ayudante el sacerdote Alberto Perlasca. El juez ha denegado dicha solicitud y Perlasca sigue fortalecido como testigo clave de la acusación.
- PODCAST: Francisco en Lesbos: ¿Mare nostrum o Mare mortuum?
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Sin fundamento jurídico
Para el juez, se trata de “daños hasta ahora no probados” por lo que no ha ejecutado la petición del ex número dos de la Secretaría de Estado, según ha informado la agencia italiana ADN Kronos. Para el juez, Lorenzo Azzi, “del relato del demandante no se desprende ninguna conducta efectivamente lesiva” por parte de Perlasca. Los daños que presenta Becciu no están los suficientemente acreditados para el tribunal, que destaca que “la declaración del recurrente hace continua referencia a acontecimientos judiciales que sólo tocan el tema de este caso y a artículos de prensa de dudosa relevancia y valor probatorio”.
El abogado de Becciu, Natale Callipari, en su recurso apunta a “amenazas” de Perlasca a través de su amiga Genoveffa Ciferri, que estaría encargada de dañas la reputación del cardenal. Ciferri, especialmente a través de mensajes, habría desarrollado según la versión de Callipari actitudes persecutorias contra el cardenal y su hermano Mario Becciu.