Venta de bienes muebles e inmuebles y reducción de las reservas de seguridad de algunas estructuras. De esta manera, la Conferencia Episcopal de Francia pretende recaudar 20 millones de euros que destinará al fondo para indemnizar a las víctimas de abusos sexuales por parte del clero tras la publicación del informe Sauvé. Así se revela en los presupuestos del Episcopado francés para 2022, presentados ayer por Denis Moutel, obispo de Saint-Brieuc y Tréguier y presidente del Consejo de Asuntos Económicos, Sociales y Jurídicos; por Hugues de Woillemont, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Francesa; y por Ambroise Laurent, secretario general adjunto de la CEF.
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“Para permitir la implementación de sus decisiones de marzo y luego de noviembre de 2021, los obispos han pedido el establecimiento de un fondo de dotación: el fondo Selam“, se explica en el documento de los presupuestos, tal como recoge la agencia SIR. El fondo, se explica, “tiene como finalidad recaudar los aportes que se le abonan de forma gratuita e irrevocable para financiar medidas contra la pedofilia y para el reconocimiento y reparación de las víctimas dentro de la Iglesia católica”.
A su vez, en el documento se señala que, “como habían prometido”, los obispos franceses “fueron los primeros en hacer una contribución personal al fondo”. “Las contribuciones de las diócesis están en curso. Dada la importancia de la dotación a recaudar, estos aportes requieren la consulta con las autoridades de las estructuras solicitadas (Consejo Diocesano de Economía, Consejo de Administración, Colegio de Consultores, etc.) y la obtención de los acuerdos necesarios”, explica el texto.
Un fondo sin el dinero de los fieles
El pasado 8 de noviembre, tras la asamblea del Episcopado francés en Lourdes, el presidente de la CEF, Eric de Moulins-Beaufort, explicaba la decisión de los obispos de crear este fondo y de nutrirlo con la venta de bienes de las diócesis.
Asimismo, el prelado explicaba que en ningún caso se utilizaría el dinero de los fieles para indemnizar a las víctimas de abusos. “No utilizaremos las donaciones de los fieles”, aclaraba el presidente de los obispos franceses. “Todos los obispos han aceptado identificar en sus diócesis los bienes de los que se puedan deshacer”, explicaba. Asimismo, el prelado apuntaba que, si fuera necesario, se recurriría a “firmar un préstamo para cumplir con nuestras obligaciones”.
