El presidente Daniel Ortega asestó un nuevo golpe a la Iglesia católica, a la que calificó de “voraz” al “querer apropiarse de lo ajeno”
El gobierno de Nicaragua confiscó un inmueble ubicado en la ciudad de Managua, que había sido cedido a la Iglesia católica por el gobierno de Taiwán.
Al respecto, el presidente Daniel Ortega argumentó que, de acuerdo con la legislación, no son posibles ese tipo de donaciones y que el interés de la Iglesia si reclamara dicho inmueble “solo evidencia la naturaleza ilegal y voraz de quienes pretenden, con maniobras y subterfugios, apropiarse de lo ajeno”.
De acuerdo con medios locales, el 9 de diciembre de 2021, el gobierno de Nicaragua anunció el rompimiento de sus relaciones comerciales con Taiwán y el reconocimiento de la República Popular China.
Después de esta fractura, Taiwán donó el edificio de su sede diplomática, ubicado en la ciudad de Managua, a la Arquidiócesis de Managua, pero no se pudo concretar.
Y es que, el gobierno de Daniel Ortega argumentó que, como producto del establecimiento de relaciones con China, los bienes que pertenecían a Taiwán, con quien rompió relaciones, pasan “con absoluta e irrestricta propiedad de dominio” a China.
El gobierno nicaragüense -a través de un comunicado de la Procuraduría General de la República de Nicaragua- detalló, aunque sin hacer referencia explícita a la Iglesia, que “aquellas entidades que insistan en ilegítimos e ilegales reclamos, quedarán expuestas a los tribunales y acciones judiciales correspondientes”.
“De acuerdo a nuestra legislación, no caben transacciones, traslados, o traspasos entre estas, supuestas donaciones, cuya intención solo evidencia la naturaleza ilegal y voraz de quienes pretenden, con maniobras y subterfugios, apropiarse de lo ajeno”.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán aseguró también en un comunicado que su gobierno no acepta la decisión del gobierno de Ortega y protestó enérgicamente por la ocupación ilegal de su propiedad y su transferencia ilegal a la República Popular China.
Asimismo, señaló que “frente a la represión conjunta hacia la democrática Taiwán y la Iglesia católica, por parte del régimen dictatorial del presidente Ortega y el Gobierno totalitario de China, el Ministerio de Relaciones Exteriores reitera que Taiwán nunca ha sido parte de la República Popular China y que el régimen del Partido Comunista de China no tiene derecho a interferir en asuntos exteriores de Taiwán o heredar la propiedad estatal de Taiwán”.
Taiwán instó a la comunidad internacional a condenar conjuntamente “tales acciones malévolas de los gobiernos de Nicaragua y China”, y solicitó que “todos los sectores ayuden a la Iglesia católica en Nicaragua a luchar por sus derechos, para que la propiedad de la antigua embajada pueda ser registrada y transferida a la Iglesia Católica en Nicaragua”.