La comunidad ecuménica de Taizé se ha visto obligada a celebrar en formato online su tradicional Encuentro Europeo de Fin de Año previsto en Turín por la oleada de coronavirus provocada por la variante Ómicron. Como alternativa y de forma excepcional, habrá una segunda fase presencial del del 7 al 10 de julio de 2022 en la ciudad italiana.
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Con estas premisas, ayer arrancó la cita en Turín, con una presencia significativa de religiosos, así como de jóvenes de la región. A ellos se unieron otros miles de cristianos a través de su canal de YouTube de Taizé, tanto a la oración inicial como a la meditación que ha tenido lugar esta mañana.
Limitación obligada
“Mantenemos la esperanza de que la reunión de verano en Turín pueda tener lugar de manera eficaz. Ahora nos vemos obligados a limitarnos a una reunión digital al final del año”, explica el hermano Alois, prior de la comunidad, ante esta nueva coyuntura.
A pesar de las limitaciones, Alois asegura haber notado “que las oraciones online son de gran ayuda para muchas personas en todo el mundo”. “Vemos que pasan cosas sorprendentes”, explica en nombre de la comunidad sobre cómo los jóvenes son capaces de adentrarse en el silencio a través de las nuevas tecnologías.
Encontrarse en persona
Aun así, admite que internet “no puede reemplazar los encuentros cara a cara”. “Notamos que la gente que viene a Taizé está tan feliz de poder encontrarse de nuevo en persona, estar juntos como Iglesia, cantar juntos. Creer en Cristo significa fortalecer la vida comunitaria y la unidad”, reflexiona Alois.
Y es que este tiempo de pandemia no ha sido fácil para la comunidad, que durante muchos meses ha permanecido cerrada a cal y canto por la alarma sanitaria: “Fue un momento difícil espiritual y psicológicamente, pero incluso económicamente, ya que también tuvimos que encontrar nuevas formas de ganarnos la vida”.