El presidente de Israel, Isaac Herzog, ha pedido estas navidades que se pueda forman una nueva asociación de religiones en Oriente Medio para que “todos los hijos de Abraham” puedan vivir juntos. Aunque los cristianos en la zona han denunciado frecuentemente la violencia y la discriminación, Herzog ha destacado en una recepción a los líderes religiosos que “soplan vientos históricos de paz en nuestra región”.
El mandatario aboga por una unión basada en la “humanidad única e individual” vivida en la tierra común que comparten. Herzog se ha comprometido a “defender la absoluta libertad de religión y culto de los miembros de todas las confesiones en esta Tierra Santa”. Presidente desde julio, ha destacado a los líderes religiosos que “las diversas comunidades cristianas que ustedes dirigen y con las que Israel ha sido bendecido son un regalo para el pueblo del Estado de Israel”.
Entre los representantes católicos estaban el custodio franciscano, Francesco Patton, y el patriarca latino de Jerusalén, el arzobispo Pierbattista Pizzaballa. El patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén, Teófilo III, agradeció al presidente, su compromiso “con la integridad del carácter multicultural, multiétnico y multirreligioso de nuestra región y por su defensa de los derechos de todos los que llaman a Tierra Santa nuestro hogar”.