“Todo el pueblo de Hermel la echa de menos como modelo de devoción, caridad y pureza”, rezaba una pancarta colocada a las puertas del barrio musulmán en el que se ha celebrado el funeral
Barbara Kassab, Sor Bárbara de Jesús, religiosa de las hermanitas de Jesús, pasó su vida “sembrando bondad dondequiera que iba”. Así la recuerdan no solo sus hermanas de la congregación y la comunidad cristiana de Líbano a la que pertenecía, sino también los musulmanes chiítas de la ciudad de Hermel. Ellos, tal como informa la agencia Fides, se unían ayer para orar por el alma de la religiosa, fallecida el pasado 24 de diciembre a los 90 años.
La comunidad musulmana invitó a la población a participar del funeral celebrado en la sala de condolencias de la mezquita dedicada al Imam Zayn al-Abidin, en el barrio de al Harah. Y lo hacían con un mensaje en el que subrayaban su gratitud por el amor con el que sor Bárbara “sembraba bondad dondequiera que iba”. “Todo el pueblo de Hermel la echa de menos como modelo de devoción, caridad y pureza”, rezaba una pancarta colocada en el acceso de al Harah.
Entre los asistentes al funeral se encontraba el alcalde de la localidad, quien agradeció la presencia de las hermanas en la región. Durante el acto, los musulmanes recitaron Al-Fātiḥa por el alma de la religiosa, una oración invocación “compasiva y misericordiosa” a Dios que constituye la primera sura del Corán.
Por su parte, los cristianos locales, en el anuncio de su fallecimiento, mostraban la “gran tristeza en la tierra y gran alegría en el cielo por el paso de Sor Bárbara”. Asimismo, recordaban que sor Bárbara “dedicó su vida al trabajo en la Iglesia, a las obras sociales al servicio de la comunidad y, sobre todo, de los pobres de la región”.