“Quisiera animar a las instituciones para que faciliten los procesos de adopción, y que así se pueda cumplir el sueño de los niños que necesitan una familia, y de los esposos que desean acogerlos en sus hogares y brindarles su amor”, ha afirmado Francisco
“Contemplando a san José como padre, quisiera destacar el ejemplo de quienes han decidido adoptar un hijo, viviendo así una de las formas más sublimes de maternidad y paternidad”. De esta manera se ha expresado el papa Francisco durante la audiencia general celebrada esta mañana en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Siguiendo su ciclo de catequesis sobre san José, centró su reflexión en Mt 1,20b-21, donde se narra la realidad de san José como padre putativo de Jesús. “Hoy reflexionamos sobre san José como padre de Jesús. Los evangelios lo presentan como padre adoptivo, no como padre biológico. Tengamos en cuenta que, antiguamente, la paternidad adoptiva o legal era muy frecuente en Oriente. De ese modo, José, como padre oficial de Jesús, ejerció el derecho de ponerle nombre, reconociéndolo jurídicamente”, ha advertido el Pontífice.
Al mismo tiempo, Jorge Mario Bergoglio ha recalcado que san José “sabía que para el hijo de María había un nombre preparado por Dios, como se lo había dicho el Ángel en sueños. Ese nombre, que le daba identidad, era ‘Jesús’, que significa ‘el Señor salva'”.
Por otra parte, el Papa ha animado “a las instituciones para que faciliten los procesos de adopción, y que así se pueda cumplir el sueño de los niños que necesitan una familia, y de los esposos que desean acogerlos en sus hogares y brindarles su amor”.
También ha lamentado que “muchas parejas no tienen hijos porque no quieren, o solo tienen uno porque no quieren más, pero tienen dos perros, dos gatos… Sí, los perros y los gatos sustituyen a los hijos. Sí, es gracioso, lo entiendo, pero es la realidad”.
En sus saludos a los peregrinos de lengua española, Francisco se ha expresado así: “En estos primeros días del año, pido al Señor, por intercesión de san José, que todos puedan experimentar el amor de un padre y de una madre, y también que proteja y ayude a los niños huérfanos y a los esposos que desean tener un hijo”.