El purpurado de 96 años ha muerto esta mañana en un hospital de Madrid tras una larga enfermedad
Francisco Álvarez Martínez, cardenal arzobispo emérito de Toledo y primado de España, ha fallecido esta mañana en un hospital de Madrid tras una larga enfermedad. El purpurado, de 96 años, pastoreó la archidiócesis manchega de 1995 a 2002.
El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, ha escrito una carta a la archidiócesis comunicando el fallecimiento. Así, tanto el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García Page, como la alcaldesa de Toledo, la también socialista Milagros Tolón, han compartido en sus redes sociales el pesar por la muerte del cardenal.
Francisco Álvarez Martínez nació en la parroquia de Santa Eulalia de Ferroñes (Oviedo), el 14 de julio de 1925. Fue ordenado sacerdote en Oviedo, el 11 de junio de 1950. Hizo sus estudios en el Seminario Diocesano de Oviedo de 1943 a 1950 y los de doctorado en Derecho Canónico en las Universidades Pontificias de Salamanca y Comillas de 1956 a 1963.
Álvarez Martínez fue secretario del arzobispo de Oviedo de 1950 a 1956 y canciller del Arzobispado entre 1957 y 1969. Nombrado obispo de Tarazona el 13 de abril de 1973, tomó posesión y recibió la ordenación episcopal el 3 de junio de 1973.
El 20 de diciembre de 1976 fue nombrado obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, de la que tomó posesión el 16 de enero de 1977. El 12 de mayo de 1989 fue trasladado a la diócesis de Orihuela-Alicante, de la que tomó posesión el 17 de junio del mismo año.
Designado para ocupar la Sede Primada de Toledo el 23 de junio de 1995, toma posesión de su nueva Archidiócesis el 24 de septiembre del mismo año. El 26 de junio de 1996 fue nombrado administrador apostólico de Cuenca hasta el 15 de septiembre.
Álvarez Martínez fue creado cardenal por Juan Pablo II en el consistorio del 21 de febrero de 2001. El Papa aceptó su renuncia por edad el 24 de octubre de 2002.