El papa Francisco ha enviado un telegrama por el fallecimiento del arzobispo emérito de Toledo, el cardenal Francisco Álvarez Martínez. El pontífice traslada sus condolencias al actual primado, Francisco Cerro Chaves, y a los familiares del purpurado que ha fallecido este miércoles, 5 de enero, en un centro hospitalario de Madrid tras una larga enfermedad.
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Al servicio de Dios y de la Iglesia
En el texto, el Papa muestra su “sentimiento de pesar” y pide a Cerro Chaves que sea transmitido su pésame “a los familiares del difunto prelado y a cuantos forman parte de esa comunidad eclesial”. Álvarez Martínez nació en Asturias en 1925 y fue obispo de Tarazona, de Calahorra-La Calzada-Logroño, de Orihuela-Alicante y, finalmente, de Toledo. Cardenal desde 2001, se le concedió el título romano de Santa María, Reina de la Paz, en Monte Verde.
“Recordando a este abnegado pastor que durante años y con fidelidad, entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia”, señala Francisco, ofrece “sufragios por el eterno descanso de su alma, para que el Señor Jesús le otorgue la corona de gloria que no se marchita” y, añade, “como signo de esperanza cristiana en el Señor resucitado, imparto a todos la Bendición Apostólica”, promete el pontífice.