El asesinato de Pablo Isabel Hernández, líder indígena, defensor de derechos humanos y agente pastoral, ocurrida este 09 de enero, ha causado indignación en todo el ámbito eclesial latinoamericano.
- OFERTA: Año nuevo, Vida Nueva: este 2022 suscríbete con una rebaja del 20%
- PODCAST: cuesta de enero a oscuras
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Pablo, según informaron el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y a Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (Remam) en un comunicado, “la mañana del domingo se dirigía a la comunidad donde iba a realizar una celebración de la Palabra”.
Unos sujetos, sin mediar palabra, lo asesinaron disparándole por la espalda, en el municipio de San Marcos de Caiquín, departamento de Lempira.
Un hombre fiel a Dios
El líder de la etnia indígena lenca se desempeñaba como agente pastoral y además era presidente de la Red de Agroecólogos de la Biósfera Cacique Lempira, impulsor de la Universidad Indígena y de los Pueblos y Alcalde Mayor de La Auxiliaría de La Vara Alta de Caiquín, en el departamento de Lempira.
“Pablo era un hombre de Dios, que amaba a su familia, amaba a los suyos y respetaba y hacía respetar la ‘Casa Común’”, indicaron desde el Celam y Remam.
Asimismo han expresado sus condolencias a familiares al tiempo que “exigimos a las autoridades competentes el pronto esclarecimiento de este vil crimen, así como el sometimiento a la justicia penal de los responsables”.
Foto: Remam