“Creo humildemente que nuestra misión debe ser anunciar esperanza a todos los hombres y mujeres, proclamar el sentido pleno de sus existencias, intentar iluminar los misterios de la enfermedad y de la muerte, y para todo ello contamos con el mensaje que hemos recibido por sucesión apostólica; nosotros somos testigos del Resucitado y desde su luz hemos de alumbrar todas las noches y los sinsentidos de la vida de los hombres y mujeres”. Así entiende, en un mundo globalizado y en medio de la pandemia del Covid-19, el motivo de su ordenación como obispo auxiliar de Toledo Francisco César García Magán, y así lo ha expresado en su alocución durante la celebración que ha tenido lugar este sábado en la catedral primada de Toledo.
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“En cuanto al contexto eclesial”, ha continuado, “empiezo mi servicio episcopal en un momento de preparación sinodal en el conjunto de la Iglesia Universal y, a medio plazo, también en nuestra archidiócesis”, lo cual significa, para el nuevo obispo auxiliar de Toledo, “que todos hemos de tomar conciencia de la naturaleza comunional de la Iglesia, lo cual no es ni un asamblearismo ni un mero sociologismo, sino que se trata de potenciar y vivir la realidad poliédrica de la Iglesia en la diversidad de sus ministerios, servicios y vocaciones, como diversas son las formas y colores de las vidrieras de nuestra catedral”. Y es que “la catolicidad no es uniformidad sino variedad en comunión y en fraternidad cristiana”.
Así, agradeciendo este nombramiento a todos los presentes, ha querido recordar que ha sido “Jesucristo el Señor quien me ha llamado, mediante la Iglesia, al ministerio episcopal como sucesor de los Apóstoles“. Por ello, Magán vive este nombramiento “como una nueva vocación dentro de la llamada que ya me había hecho al sacerdocio”. Vocación que “es para estar con Él, para aprender en la escuela de su palabra salvadora y de su vida encarnada, y desde ahí ser enviado a predicar la Buena Noticia de su mensaje, que es plenitud de realización y oferta de santificación para todo hombre y mujer, y para todas las dimensiones de la existencia humana”.
La misa de consagración
A la consagración de Francisco César García Magán han asistido cinco cardenales, siete arzobipsos, una veintena de obispos y cerca de 350 sacerdotes para concelebrar la misa este sábado, en la Catedral Primada, junto al arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves. Ha asistido, además, Bernardito Auza, nuncio apostólico en España.
Respecto a las autoridades civiles, han asistido a la celebración el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares Bueno; la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, y el presidente de las Cortes, Pablo Bellido.
El nuevo obispo auxiliar
García Magán, nombrado obispo auxiliar de Toledo por el papa Francisco el pasado 15 de noviembre, nació en Madrid el 2 de febrero de 1962. En 1980 ingresó en el Seminario Mayor de Toledo, donde realizó sus Estudios Eclesiásticos, finalizados con el Bachiller en Teología por el Instituto Teológico San Ildefonso de Toledo. Fue ordenado sacerdote el 13 de julio de 1986 por el cardenal don Marcelo González Martín. Es licenciado en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana, licenciado y doctor en Derecho Canónico por la Pontifica Universidad Lateranense y Diplomado en Estudios Internacionales y Diplomáticos por la Pontificia Academia Eclesiástica (1998).
Desempeñó su ministerio sacerdotal primero en su archidiócesis de Toledo como vicario parroquial de Santa Bárbara,
y secretario de la Vicaría General y del obispo auxiliar Rafael Palmero Ramos entre 1986 y 1988. Además, ha estado al servicio de la Santa Sede desde 1991 a 2007. Primero en Roma como oficial de la Secretaría de Estado y como capellán de las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor. Posteriormente, como secretario y consejero de las Nunciaturas Apostólicas en Colombia, Nicaragua, Francia y Serbia.
En 2007 regresó a su archidiócesis de Toledo, donde ha desempeñado los cargos de vicario episcopal para la Cultura y Relaciones Institucionales (2008-2015), canónigo (desde 2008), canónigo Doctoral (desde 2018), capellán de las Monjas Agustinas de Santa Úrsula (2008-2015), vicario episcopal de la Vicaría territorial de Toledo (2015-2021), provicario general (2015-2018) y vicario general (desde 2018).
Ha desarrollado su labor docente en el Seminario Nacional Interdiocesano de Nicaragua (2002-2003), en los Institutos Superiores de Estudios Teológicos San Ildefonso y de Ciencias Religiosas Santa María de Toledo (desde 2008), como profesor de Derecho Canónico, Relaciones Iglesia-Estado y Derecho Concordatario, así como de Escatología. Además, es profesor en la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid (desde 2007). Es, asimismo, director y profesor del postgrado universitario ‘Experto en derecho matrimonial y procesal canónico’, en la Escuela de Derecho Canónico San Eugenio, de Toledo.
El papa san Juan Pablo II le nombró capellán de Su Santidad (2000) y el papa Benedicto XVI le nombró Prelado de Honor (2005). Es Caballero de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén (2019). Ha sido vocal de la Comisión Asesora de Libertad Religiosa del Ministerio de Justicia (2009-2014). Es Académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España (desde 2019). Ha sido Vicepresidente de la Asociación Española de Canonistas (2012-2014) y miembro de su Junta Directiva (2010-2012 y 2021-2025).