Dar a conocer la Tierra Santa significa “transmitir el ‘Quinto Evangelio’, es decir, el ambiente histórico y geográfico en el que la Palabra de Dios se reveló e hizo carne en Jesús de Nazaret, para nosotros y para nuestra salvación”. Estas fueron las palabras que el papa Francisco dedicó a los miembros de la delegación de Custodia de Tierra Santa, a los que recibió este lunes en el Palacio Apostólico del Vaticano con motivo del centenario de la revista Tierra Santa.
- OFERTA: Año nuevo, Vida Nueva: este 2022 suscríbete con una rebaja del 20%
- PODCAST: Yo era ateo, pero ahora creo
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Tras escuchar las palabras de saludo y agradecimiento que le dedicó el custodio de los Santos Lugares, el franciscano Francesco Patton, Jorge Mario Bergoglio comenzó su alocución pidiendo disculpas ante los presentes por no levantarse. “Perdonadme si permanezco sentado, pero tengo un dolor en la pierna hoy que… Me duele, me duele si estoy de pie. Es mejor que me quede así”, se excusó.
El obispo de Roma celebró el trabajo que hacen los miembros de la revista ‘Tierra Santa’ en sus diversas lenguas y en las redes sociales, que está en línea con “la intuición comunicativa que hace cien años guió al custodio Ferdinando Diotallevi”. El impulsor de este proyecto comunicativo pretendía dar a conocer la Tierra Santa, lo que también supone informar sobre “la gente que vive hoy en ella, la vida de los cristianos de las varias Iglesias y la de los judíos y musulmanes”. Todo ello en un contexto “complejo y difícil” como es el de Oriente Medio.
Fraternidad entre los hijos de Abrahán
En su mensaje, el Papa animó al equipo de la revista Tierra Santa a informar de “la fraternidad posible”, la que se da “entre los cristianos de Iglesias y confesiones por desgracia todavía separadas, pero que en Tierra Santa están a menudo ya cerca de la unidad”. Él mismo pudo comprobarlo durante sus viajes, recordó, invitando igualmente a no olvidarse de la “fraternidad posible” entre todos los hijos de Abrahán y también aquella de la Iglesia “que se abre con los migrantes, desplazados y refugiados, para devolverles la dignidad que les ha sido negada”.
Quienes hacen la revista Tierra Santa, celebró el Pontífice, tratan de “presentar las historias de bien”, de “resistencia activa al mal de la guerra” en una tierra que, por desgracia, sigue hoy marcada por “heridas y conflictos, pero que la gracia de Dios abre siempre a la esperanza de fraternidad y de paz”. Francisco aprovechó finalmente para dedicar unas palabras a los cristianos que viven en Tierra Santa, a los que mostró su cercanía y les recordó que están siempre presentes en sus oraciones.