“El tema que quizá podía preocupar más es el de los abusos a menores, y en esto nos han dicho que sigamos por ese camino. En España, en cada diócesis está por un lado la parte de los tribunales y por otra el servicio para la atención a las víctimas, son dos entes independientes. Nosotros hemos presentado nuestro camino y nuestros protocolos y les han parecido bien. Hemos encontrado más iluminación que corrección”. Con estas palabras ha expresado el cardenal arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, en una entrevista con L’Osservatore Romano, cómo se ha tratado el tema de los abusos durante la reciente visita ad limina con el Papa.
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Omella ha señalado que el encuentro con Francisco ha sido “un encuentro entre hermanos”, y que han expresado al Santo Padre las principales preocupaciones del Episcopado español. “De alguna manera las grandes preocupaciones son las que hemos plasmado en las orientaciones pastorales para los próximos años”, ha explicado el purpurado.
Así, ha manifestado que a los obispos les “preocupa muchísimo el tema de la evangelización, de Europa y de España, siendo un continente donde la secularización se nota un poco más”, algo que, a su parecer, “va muy unido también al tema de la familia, y este tema ha salido también en los encuentros con los dicasterios: familias desestructuras, nuevos modelos de familias. Argumento también relacionado con la baja natalidad que afecta a la transmisión de la fe y al servicio a las comunidades”.
La visión de Francisco
Las visitas ad limina de los obispos españoles comenzaron en diciembre, y en este proceso se enmarca el encuentro de Francisco con Omella, quien formaba parte del segundo grupo de prelados que acuden al Vaticano. El grupo, formado por los obispos de las provincias eclesiásticas de Tarragona, Barcelona y Valencia concluía su visita con la audiencia con el Papa Francisco el viernes 14 de enero.
En cuanto a la visita, Omella ha explicado a L’Osservatore Romano que de Francisco percibe una visión de profunda esperanza, enraizada en la fe, y de buen humor. “Hay árboles secos que caen, pero también brotes verdes que salen”, ha dicho, y ha añadido que el Papa “aunque haya dificultades él no la pierde. Eso a mí me invita a seguir su ejemplo y ser persona de esperanza y transmitirla”.
