El papa Francisco ha decidido enviar una contribución de 100.000 euros en beneficio de los grupos de migrantes que se encuentran actualmente entre Polonia y Bielorrusia. Así lo ha anunciado hoy la Santa Sede, por medio de un comunicado en el que ha explicado que esta ayuda se pondrá en manos de Cáritas Polonia y estará destinada a “hacer frente a la emergencia migratoria en la frontera entre ambos países”.
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En el mismo comunicado el Vaticano ha señalado que, tras el paso del tifón Rai, que azotó Filipinas con extraordinaria vehemencia, afectando a unos 8 millones de personas en 11 regiones, y causando cuantiosos daños materiales, el Papa enviará también una primera contribución de 100.00 euros para ayuda a las poblaciones, a través del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Preocupación en la Iglesia por la frontera polaca
El pasado mes de diciembre, el presidente de la Conferencia episcopal alemana, Georg Bätzing, expresaba su preocupación ante la situación y advertía que “esta crisis migratoria no solo amenaza la nación polaca, sino que afecta a toda Europa”. “La paz global está en riesgo”, aseveraba.
Con sus palabras, Bätzing no apuntaba a una crisis generada por los migrantes, llegados en su mayoría de África y Oriente Medio, sino que señalaba directamente al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, de quien criticaba abiertamente que usase a los refugiados “como juguetes políticos” que, “engañados o no, se han metido en una situación que nadie debería querer”.
En concreto, Bätzing hacía referencia a la táctica de Bielorrusia para ejercer presión en las fronteras. Y es que durante 2020, las autoridades bielorrusas simplificaron enormemente los requisitos de los visados para entrar en el país a 76 estados entre los que se encuentran algunos en los que existen conflictos armados activos, como es el caso de Siria, Libia, Irak y Afganistán. Al hacer esto, los migrantes pueden acceder al país en avión. Sin embargo, estos migrantes no permanecen en Bielorrusia en su mayoría, sino que, tal como han denunciado las autoridades polacas y testigos de lo ocurrido, luego son trasladados a las fronteras, desde donde acceden, del modo que pueden, a Polonia.
