Vaticano

Los obispos apoyan mayoritariamente las restricciones a la misa tradicional

El prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos lamenta que las celebraciones litúrgicas sean un campo de batalla





“La eucaristía está en el corazón de lo que somos como católicos; es aquello a lo que aportamos todo lo que está dentro de nosotros y de lo que tomamos todo para sostenernos y ayudarnos a dar testimonio de Cristo en el mundo en el que vivimos”. Este principio, el arzobispo Arthur Roche, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, lo aplica también a lo referente a ‘Traditionis Custodes’ y su aplicación a la hora de restringir el uso de los misales anteriores al Vaticano II.



Mientras un sector alaba la decisión de Benedicto XVI de dar un campo más amplio a la misa tradicional en latín y de alcanzar la “paz litúrgica”, a Roche le toca lidiar con las “guerras litúrgicas” alentadas desde algunos grupos minoritarios. “Creo que uno de los problemas a los que nos enfrentamos hoy en día es que vivimos en un mundo muy individualista, un mundo muy relativista, y donde la preferencia individual se promueve por encima del bien común y la expresión común”, ha señalado en una entrevista a Catholic News Service; en la que también destaca que la misa también refleja lo que la Iglesia es y cree, dijo, por lo que el rito utilizado no es simplemente una cuestión de preferencia o sensibilidad personal.

Problema eclesial

El arzobispo advierte de esa tendencia individualista que “es algo muy peligroso, y es algo de lo que, como cristianos, tenemos que tomar buena nota”. Aplicado a la eucaristía, implica que hay que ser consciente de que “esta no es la misa del Papa, no es mi misa, no es tu misa. Esta es la misa de la iglesia”. “Es lo que la iglesia ha decidido cómo nos expresamos como comunidad en el culto, y cómo nos impregnamos de los libros de la liturgia la doctrina de la iglesia”, defiende poniendo en valor el camino surgido del Vaticano II. Y es que la cuestión del rito extraordinario “no es básicamente un problema litúrgico, es un problema eclesial”, recalcó.

Roche, a pesar de “muchas bravatas en los blogs”, está convencido de que la mayoría de los obispos de rito latino y la mayoría de los católicos de rito latino de todo el mundo entienden la importancia de rezar y celebrar la Eucaristía con la misma misa. En concreto, ha confesado que, desde su trabajo, sabe que la mayoría de los obispos han “saludado con los brazos abiertos la llamada del Papa a volver al concilio y también a la unidad de la Iglesia y están muy de acuerdo con lo que dice el Santo Padre”. “Cuando vamos a la misa, incluso cuando la música no es algo que elegiríamos personalmente –y de nuevo, esto es el individualismo que entra–, tenemos que darnos cuenta de que estamos al lado de Cristo en su cruz, que devuelve todo al Padre a través de esta Eucaristía”, defiende.

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