“La utopía pura y plena es un imposible, pero es como un poderoso viento de cola que moviliza todas nuestras fuerzas y las condensa en un noble objetivo. Esta fuerza se llama esperanza”, ha dicho el obispo emérito de San Sebastián
El obispo emérito de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha apelado hoy, 26 de enero a la reconciliación. Y lo ha hecho al recibir el premio que ha entregado la Diócesis de Bilbao con las Menciones Honoríficas ‘Carmelo Etxenagusia’, con el cual se reconoce su aportación en el campo de la fe, la promoción de la cultura y la pacificación. Tal como recoge Europa Press, a su juicio, la reconciliación va más allá del “silencio de las armas” o la convivencia pacífica, porque es “el alma de una paz sólida y estable”.
Antes de ejercer obispo de San Sebastián, fue obispo auxiliar de Bilbao de 1976 a 1991, y obispo de Zamora entre 1991 y 2000. En este periodo, concretamente en el año 1998, participó como intermediario entre el enviado del Gobierno de José María Aznar y ETA. Asimismo, cuando accedió al obispado de la Diócesis de Gipuzkoa participó en los prolegómenos del proceso de diálogo entre el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero y la banda.
Durante su discurso al recoger el galardón, Uriarte ha destacado que sus intervenciones públicas en favor de la paz siempre han ido siempre acompañadas por “un llamamiento reiterado a la reconciliación, que es “el alma” de una pacificación “sólida y estable”. Asimismo, ha lamentado que muchos “desechen” o utilicen “con reticencia” este término, mientras lo defienden los mayores especialistas europeos en materia de paz.
“Reconciliación no es silencio de las armas sin más, es más. Ni siquiera es sinónimo de convivencia pacífica. Esta expresión dice mucho, pero la reconciliación dice más”, ha añadido Uriarte. A su juicio, los expertos han sabido “desprenderla de sus connotaciones religiosas”, que son “valiosas” para los creyentes, “pero menos acogidas en estos tiempos proclives a la increencia“.
Por otro lado, ha asegurado que no es “utiopía en el sentido negativo de este término”, porque “no confunde lo imposible con lo real posible”, en cambio sí es “utopía en el sentido positivo de este término”. “Hay que apuntar más alto de lo posible para alcanzar lo real posible. Unamuno decía que es necesario aspirar a lo imposible para conseguir lo posible. La utopía pura y plena es un imposible, pero es como un poderoso viento de cola que moviliza todas nuestras fuerzas y las condensa en un noble objetivo. Esta fuerza se llama esperanza. La reconciliación es esperanza activa”, ha aseverado.
Asimismo, Uriarte ha puesto en valor que la reconciliación “se empeñe en ir creando confianza allí donde predominan viejas desconfianzas“. “Suscita en grupos diversos y enfrentados un noble reflejo de unión cuando se trata de asuntos graves que afectan a todos. Va preparando poco a poco los arduos caminos que inducen a pedir perdón y perdonar”, ha añadido.