El español Pedro Aguado tripite como superior general de las Escuelas Pías, la orden fundada por san José de Calasanz, que hoy está presente en cuatro continentes, en una apuesta por evangelizar educando a más de 138.000 niños y jóvenes.
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La decisión se ha adoptado en el transcurso del 48º Capítulo General que se celebra en Cuautitlán Izcalli (México) del 20 de enero al 11 de febrero ¡ para el sexenio 2021-2027. Los escolapios avalan por unanimidad el servicio de estos doce últimos años del religioso bilbaíno, de 64 años. Y es que, la congregación ha tenido que solicitar una autorización especial a la Santa Sede para que diera luz verde a un tercer sexenio, debido a la limitación existente a dos mandatos. El Capítulo General decidió por mayoría cualificada determinar esta consulta que fue respaldada desde Roma.
Un ‘cónclave’ de 23 días
Durante 23 días, un total de 63 padres capitulares y dos invitados, representando 40 países, analizan la situación de la realidad escolapia y marcan el rumbo de la familia calasancia. Además, se trata del primer Capítulo General de la Orden que se celebra fuera de Europa. Además, cuenta también con la participación de laicos de la Fraternidad escolapia, representada por su Consejo General, así como de jóvenes escolapios, religiosos y laicos, que se incorporarán la última semana y con quienes abordarán los documentos relacionados con el ministerio escolapio.
A través de una carta, el Papa se ha hecho presente en el ‘cónclave’ escolapio, en el que solicitó la intercesión de Calasanz para que Dios “envíe el Espíritu Santo a cada uno de los Padres capitulares para que puedan discernir, en fidelidad al Evangelio, al Magisterio de la Iglesia y al propio carisma, cuál es la voluntad de Dios para esa Orden”.
Nacidos para educar
Alumno del colegio Calasancio de la capital vasca, Aguardo fue ordenado sacerdote en 1982. Con amplia experiencia docente, formador y provincial, actualmente también es presidente de la Comisión de Educación de las Uniones de los Superiores y Superioras Generales.
Durante su intervención inicial en el Capítulo, Aguado invitó a sus hermanos a “mirar más allá de nosotros mismos, para encontrar en los desafíos del contexto en el que vivimos algunas llamadas de atención que nos deben hacer pensar”. En un contexto marcado por la pandemia, el padre general les propuso además “saber vivir la incertidumbre, compartiendo ese sentimiento con los hombres y mujeres de nuestro mundo, y especialmente con los niños y jóvenes que ven el futuro con tantos interrogantes”.
