El Vaticano denuncia la falta de interés por los enfermos de lepra durante el coronavirus

30/01/2022 | Mateo González Alonso

En un mensaje el prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano integral reclama que “ninguna pandemia puede cambiar la dignidad de la persona humana ni su valor inviolable en la sociedad”

Con motivo de la Jornada Mundial sobre la Lepra, que se celebra este 30 de enero, el cardenal Michael Czerny, como prefecto ‘ad interim’ del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano integral ha publicado un mensaje en el que invita a los cristianos a estar “unidos en la dignidad”. El jesuita denuncia que, aunque existe un tratamiento, conlleva “la desalentadora realidad del estigma que sigue siendo un tremendo obstáculo para la salud y la curación totales”.

Contra la discriminación

El prefecto apunta que en el último año se han detectado 127.000 nuevos casos, aunque la pandemia ha frenado planes de detección y notificación. En el mundo habría entre 3 y 4 millones de personas vive que viven estadios avanzados de esta enfermedad que provoca “exclusión social en muchas comunidades”. Por ello, reclama que “todas las personas que padecen lepra tienen derecho a una vida digna libre de estigma y discriminación relacionados con la enfermedad”,

“Estar unidos en la dignidad significa transformarse, ver las cosas de otra manera y actuar en consecuencia”, reclama Czerny a partir del mensaje de Francisco en ‘Fratelli tutti’ que señala que “para Jesús, la enfermedad nunca es un obstáculo para el encuentro con las personas, sino todo lo contrario. Nos enseñó que la persona humana es siempre preciosa, siempre dotada de una dignidad que nada ni nadie puede borrar, ni siquiera la enfermedad”.

Ante la discriminación, recuerda el prefecto que “uno de los métodos más eficaces para reducir la estigmatización es el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado”, según los expertos. Tras el parón por el coronavirus, apunta que “ninguna pandemia puede cambiar la dignidad de la persona humana ni su valor inviolable en la sociedad”. Por eso, hace una llamamiento a la “unión en la dignidad, la fecundidad de la creatividad que permite a las comunidades y a los individuos reconocer el valor de cada persona, especialmente de los que sufren enfermedades y discapacidades”.