Jesús González de Zárate: “La Iglesia conserva su prestigio moral en Venezuela”

30/01/2022 | Ángel Alberto Morillo

El nuevo presidente de los obispos recuerda a los políticos que el diálogo no se basa solo en “intercambiar palabras”

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Con 61 años y 14 como prelado, Jesús González de Zárate, arzobispo de Cumaná –oriente de Venezuela– asume como presidente de la Conferencia Episcopal para el trienio 2022-2025, en relevo de José Luis Azuaje. Un nombramiento que, según explica a Vida Nueva, recibe “como una gran responsabilidad que han puesto mis hermanos en mis manos y con el espíritu de servicio que necesita nuestra Iglesia y nuestro país en este momento”.

No es la primera vez que González de Zárate debe bregar en contextos complejos, de 2009 hasta 2015, como secretario general del Episcopado, participó como mediador entre el gobierno y la oposición, desde entonces ha tenido como norte el diálogo. Por supuesto, admite que el camino del diálogo y la reconciliación no se puede decretar, ni se puede dar por hecho, “se construye, desde una perspectiva cristiana, desde la comunión que significa reconocer y valorar al otro”.

Condiciones del diálogo

Sobre el particular, el arzobispo rescata la enseñanza de Francisco, quien afirma que el camino para poder responder a las realidades sociales, políticas, económicas de cualquier sociedad y particularmente de la sociedad venezolana es el diálogo, aunque aclara: “Los obispos hemos dicho que el diálogo no es cualquier cosa, no se le puede llamar diálogo a cualquier ejercicio de intercambiar palabras. Hemos afirmado, incluso, cuáles son las condiciones de un diálogo concreto, que pasa por el reconocimiento del otro, el respeto de la pluralidad y, lo que es primordial, la defensa de la dignidad de la persona y de sus derechos; eso está fundamentalmente en el centro de cualquier diálogo que se pueda dar”.

También lamenta que en la actual coyuntura los partidos políticos, “sin importar su signo”, atraviesan un grave problema de credibilidad, porque “resulta evidente que hay una gran desilusión general de la población acerca del liderazgo político, el llamado es que todos como responsables del país participemos, no solo los partidos, sino todos los actores sociales se conviertan en protagonistas de esta refundación”.