Vaticano

Bätzing, presidente del Episcopado alemán: “Benedicto XVI tiene que pedir perdón”

El obispo de Limburgo, en una entrevista con la cadena pública ZDF, reclama a Ratzinger que asuma su responsabilidad





Sin andarse por las ramas, el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, ha sido claro al responder sobre lo que, en su opinión, debería hacer el papa emérito tras ser acusado de encubrir abusos a menores mientras fue arzobispo de Múnich, entre 1977 y 1982: “Benedicto XVI debe pronunciarse, debe dejar de lado las recomendaciones de sus asesores y decir clara y sencillamente: cargo con una culpa, he cometido errores, le pido perdón a los afectados”.



La frase, que Bätzing pronunció cuando fue preguntado por el caso en medio de una entrevista con la cadena pública ZDF, ha despertado una fuerte polvareda mediática que se ha sumado a la que se vive en Alemania desde hace dos semanas, cuando la propia Archidiócesis de Múnich hizo público un informe sobre la lacra de abuso sexual en su seno en las últimas ocho décadas, dejando el triste dato de que medio millar de personas padecieron violencia sexual por parte de sacerdotes.

Cuatro casos

En dicho estudio, en el que varios obispos y altos cargos de la diócesis muniquesa salen señalados, se le achaca a Benecito XVI la responsabilidad por omisión en hasta cuatro casos. Con todo, el papa emérito se prestó desde el primer momento a participar en la investigación y, tras la polémica ocasionada con el informe, reitera que la documentación que aún posee sobre dichos casos asegura su inocencia.

La última vez que Bätzing coincidió con Joseph Ratzinger fue cuando este, en junio de 2020, visitó su Alemania natal en un viaje exprés para ver a su hermano Georg poco antes de morir. Entonces, le dirigió este caluroso saludo recogido en la web del Episcopado alemán: “Es con gran alegría y respeto que doy la bienvenida al papa emérito, Benedicto XVI, a Alemania. Estamos contentos de que él, que ha sido miembro de nuestra Conferencia Episcopal durante varios años, haya vuelto a casa, aunque la ocasión sea triste. El papa emérito quiere estar cerca de su hermano, cuya salud se ha deteriorado. Desde el fondo de mi corazón le deseo a Benedicto XVI una buena estancia en Alemania y el descanso necesario para cuidar de su hermano en privado. Mis oraciones acompañarán la estancia del Papa y el viaje de su hermano Georg”.

La figura de Ratzinger, tanto en su tiempo como pastor local como en la culminación de su misión en Roma, al frente de Doctrina de la Fe y como Papa, siempre ha generado todo tipo de reacciones encontradas, habiendo un sector de la Iglesia y de la sociedad que lo defiende con orgullo y otro que considera que deja un legado marcado por la oscuridad.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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