El proyecto de cooperación, que se llevará a cabo a lo largo de este año, pretende incidir sobre la violencia de género contra las niñas y adolescentes generando espacios seguros
La pandemia está afectando profundamente a la salud, la educación y las circunstancias económicas y sociales de niñas y adolescentes. Un impacto que, según un informe de Unicef, provocará que hasta 10 millones de niñas más correrán el riesgo de matrimonios y las uniones tempranas y forzadas (MUITF) antes de los 18 años como resultado de la Covid-19. Esta realidad amenaza con revertir años de progreso en la reducción de esta violación fundamental de los derechos humanos.
Por ello, desde Fundación de Solidaridad Amaranta se trabaja en la protección de los derechos fundamentales de niñas y adolescentes mediante acciones de capacitación y empoderamiento frente a este tipo de uniones. Concretamente, la entidad cuenta con un proyecto financiado por el Servicio de Cooperación Internacional del Ayuntamiento de Valencia en la ciudad de Cikanssé, Togo (África).
La intervención, de la que serán beneficiarias directas 30 niñas y adolescentes, pretende incidir sobre la violencia de género contra este colectivo, promoviendo la restitución de derechos e impulsando las condiciones necesarias para potenciar su aprendizaje y habilidades, teniendo en cuenta su entorno cultural, social y familiar.
Así, a través de este proyecto se construye una residencia y un taller para el desarrollo de actividades formativas con equipamiento de corte y confección y de paño tradicional. Asimismo, se han habilitado parcelas alrededor de la residencia para el cultivo de maíz, haricot y soja fundamentalmente, y la crianza de animales domésticos.
El de Togo es una de los proyectos de cooperación que Fundación de Solidaridad Amaranta desarrollará durante el período 2022-2023 con financiación pública. Así, en Sudamérica (Colombia, Bolivia y Perú); África (Togo y Cabo Verde) y Asia (Camboya) se cuenta con financiación de los gobiernos de Islas Baleares y La Rioja, así como de los Ayuntamientos de Madrid y Valencia.
A través de ellos, más de 800 mujeres y menores serán beneficiarias directas de los programas que la Fundación, organización sin ánimo de lucro creada por las Religiosas Adoratrices, desarrollará a lo largo de este año, continuando con su labor para mejorar la protección y el acceso a derechos de mujeres en situaciones de vulnerabilidad y/o en contextos de violencia en países empobrecidos a través de su área de Cooperación.