El cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Munic-Friesing, lo tiene claro: “Sería mejor para todos crear la posibilidad de sacerdotes célibes y casados”. Así, tal como recoge Katholisch, el purpurado ha expresado su postura ante el celibato, cuya elección, considera “debería recaer en el individuo”. Y es que, para Marx, “vivir solo no es fácil”.
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“Algunos sacerdotes deberían estar casados“, ha continuado, especificando, además, que no se trata solo “de razones sexuales”, sino porque “sería mejor para sus vidas, porque no estarían solos”. Además, ha instado a que la Iglesia debata sobre ello: “estas son las conversaciones que tenemos que tener”.
A la pregunta sobre si esta soledad está relacionada con el abuso sexual, el arzobispo de Munich ha respondido que “no es tan sencillo sacar esa conclusión”, aunque lo que está claro es que la “forma de vida que conlleva el celibato atrae a gente que no está capacitada para ser sexualmente madura”.
Mujeres sacerdote y moral sexual
Por otro lado, Marx ha ido más allá y ha criticado la moral sexual católica, la cual “nos ha llevado a un punto muerto” y ha “generado muchas culpas”. Además, ha recordado que un anciano sacerdote, en una ocasión, le expresó su deseo de “compensar todo lo que hizo en el confesionario” relacionado con la moral sexual. “Esto me sacudió”, ha reconocido Marx. “Poco a poco estamos cobrando la factura de lo que hemos ido acumulando durante generaciones”.
Por último, en cuanto a la apertura al sacerdocio femenino, Marx ha confesado no tener una opinión 100% formada al respecto, pero sí que “los argumentos de que no es posible se han vuelto cada vez más débiles a sus ojos a lo largo de su vida”. “Todo lo que sé es que necesitamos un gran consenso”, ha señalado.