“Seguiremos apoyando como siempre a nuestros hermanos migrantes con lo que podemos hacer, pero la solución a este conflicto, no está en la Iglesia”, expresa Moisés Atisha, Obispo de Arica y Presidente del Instituto Chileno Católico de Migración, INCAMI, al Ministro del Interior, Rodrigo Delgado, en la carta donde le hace ver su “profunda preocupación por la crisis migratoria que enfrentamos y que afecta tanto a las personas que llegan a nuestro país, como a las comunidades de acogida, que sufren con la migración irregular ante la falta de políticas públicas adecuadas”.
Además de esa carta, el obispo hizo pública una declaración: “Tenemos a Iquique paralizado y Arica bloqueada en sus dos entradas, ninguna de las dos ciudades puede absorber las demandas de vivienda, trabajo, salud y educación generadas por los grupos de emigrantes que siguen llegando a esta zona del país. Las autoridades tienen que buscar un camino realista de solución y regularización, debe haber un trabajo en red con las autoridades de los otros países involucrados, de acuerdo a los principios de la ayuda humanitaria”.
Atisha recuerda que a comienzos de diciembre pasado, al concluir el Encuentro Nacional de Delegados de Pastoral de Movilidad Humana, emitieron un comunicado en el que ya señalaban, con impotencia, las dificultades a las que siguen expuestos los migrantes que llegan a Chile buscando una mejor calidad de vida. Allí pedían a la autoridad realizar acciones concretas para enfrentar esta situación a la mayor brevedad posible, entendiendo a la migración como un derecho humano.
Desde el fuerte incremento de la inmigración, especialmente por pasos no oficiales, generando gran cantidad de personas en situación ilegal, con débiles apoyos del Estado, la Iglesia ha sido permanente ayuda para ellos. Las Cáritas de Arica e Iquique, con el apoyo de campañas nacionales lideradas por Cáritas Chile y un trabajo conjunto con la Red Clamor, ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones, han contribuido habilitando albergues, brindando alimentación y entrega de artículos de higiene y prevención del COVID-19, contención psicosocial y orientación legal. En algunos casos han apoyado a la compra de pasajes para el traslado hacia otras zonas del país.
Tras la paralización de la ciudad el día anterior, ayer martes, llegó a Iquique el Ministro del Interior, Rodrigo Delgado, acompañado de jefes policiales y otras autoridades de gobierno. En reunión con autoridades locales, en la que también participó el Presidente Sebastián Piñera, en forma telemática por estar de vacaciones, se analizó la aguda crisis que se vive en la ciudad. Hechos graves de delincuencia han exacerbado el rechazo de la población local a inmigrantes que viven en carpas en las calles, playas y plazas, lo que se ha expresado en manifestaciones callejeras con quema de sus enseres.
El lunes Iquique amaneció paralizado, con barricadas y sus accesos bloqueados. Más al norte, Arica en el límite con Perú, vive una situación similar.
Ante este escenario, el Ministro Delgado anunció el aumento de la dotación policial a partir de ese mismo día, la realización de operativos en barrios con altas tasas delictuales y que a fines de febrero habrá un vuelo especial para trasladar a inmigrantes ilegales o que hayan cometido delitos.
Esa mañana, el Gobernador de Iquique, José Miguel Carvajal, dijo a radio ADN: “Lo único que espero es que el ministro tenga dos actitudes, la primera de diálogo (…) que se reúna con los gremios que hemos conversado y que están siendo parte de la movilización. La segunda (…) que aborde la situación fronteriza, (…) esto no cambia si no se define un protocolo, una política de cómo se va a levantar la información de las personas que ingresan, porque hoy día no se sabe quienes ingresan”, dijo Carvajal.
En Colchane, ciudad en el límite con Bolivia a la que llegan cientos de migrantes diariamente y muchos pasan a través del desierto por lugares no habilitados arriesgando sus vidas, su alcalde Javier García dijo que la visita de Delgado “no sirve si no viene con el reglamento en mano de la nueva Ley Migratoria y no sirve si no viene con el decreto firmado de la apertura del complejo fronterizo de Colchane para, al menos, controlar un porcentaje de migrantes que cumplen con los requisitos para ingresar al país (…). Si no viene con un mecanismo de efectivo control fronterizo a través de Carabineros y el Ejército que impida el ingreso indiscriminado de migrantes a la región, lamentablemente no sirve su visita”.
También el Gobernador Carvajal, una vez anunciadas las medidas por el Ministro Delgado, se mostró crítico ante las propuestas anunciadas por el Gobierno central.
“Respecto a la migración, dijo Carvajal, me parece que es totalmente insuficiente. Yo fui categórico con el ministro: me parece que es un error no atender la frontera, creo que ahí es donde principalmente debemos poner atención, no es posible que hoy día nos preocupemos de qué está pasando en Iquique, pero siga esta situación en la frontera, descontrolada, con un ingreso importante de muchas personas que vienen a buscar apoyo, pero otras tantas vienen a delinquir”, confesó Carvajal.
También señaló al ministro el deplorable funcionamiento de los albergues en la región y la urgencia de controlar a las personas que entran al país diariamente por Colchane.
“Obviamente, el gobierno de Sebastián Piñera no tiene ninguna posibilidad de plantearnos una estrategia de integración de las familias que tenemos y que es una de las notas rojas que se lleva este gobierno, no haber tenido la capacidad de implementar la ley migratoria, sino que, además, no evaluar una estrategia de integración”, acusó.
Carvajal hizo gestiones ante el equipo del Presidente electo, Gabriel Boric, la semana anterior a esta crisis, haciendo ver la gravedad de la situación y su creciente agudización. Este tema es el segundo desencuentro entre el actual gobierno y el entrante: el anterior había sido por la militarización en la Región de La Araucanía.
El ex líder estudiantil, que asumirá la presidencia de la República el próximo 11 de marzo, dijo que tiene a la región «muy presente», agregando que por ahora no tiene facultades para actuar. «Estamos coordinando para hacer lo mejor», sostuvo Boric, quien ha sido muy crítico con la gestión migratoria de Piñera y su intención de endurecer los controles fronterizos.