España

Salvador Cristau ya es obispo (titular) de Terrassa

El nuevo prelado recuerda que “el Papa nos propone, un camino que denominamos ‘sinodal’ y que quiere decir que es un camino que tenemos que hacer juntos”





Salvador Cristau ya puede cambiar su descripción en twitter como obispo auxiliar de Terrassa, en Barcelona, ya que desde esta mañana del 5 de febrero, ha tomado posesión de la joven diócesis catalana creada en 2004 de la que ha sido vicario general antes de ser auxiliar de José Ángel Saiz Meneses, actual arzobispo de Sevilla. La celebración se ha desarrollado en la Catedral Basílica del Santo Espíritu de Tarrasa de la que fue rector de 2004 a 2006.



Como marca el rito, el cardenal Juan José Omella, como presidente de la celebración, pidió al obispo electo que presente las Letras apostólicas con su nombramiento hecho público el pasado 3 de diciembre de 2021. Tras esta presentación y lectura, le entregó a al nuevo obispo titular el báculo y le cedió la cátedra, pasando este a presidir la celebración desde este momento, comenzando por el gesto de obediencia por parte de la comunidad diocesana, en concreto a través de dos niños, dos presbíteros recién ordenados, dos nuevos diáconos, dos religiosos y una familia.

Entre los asistentes, además de Omella, ha concelebrado el cardenal Lluís Martínez Sistach; así como los obispos José Ángel Saiz Meneses, Joan Planellas, Joan-Enric Vives, Luis Argüello, Román Casanova, Demetrio Fernández, Salvador Giménez, Enrique Benavent, Agustín Cortés, Francisco Pardo, Francisco Conesa, Javier Salinas, Arturo Ros, Jesús Vidal, Javier Vilanova, Juan Piris y los abades de Poblet y Monstserrat.

La misión evangelizadora

En su homilía denunció, al hilo con el evangelio, una “tentación de los hombres de todos los tiempos ha sido siempre la de hacernos una religión a nuestra medida, una relación con Dios que podamos controlar, que nos sea de utilidad”. Frente a la secularización actual y en un momento “en los que incluso los cristianos, y en la Iglesia también, experimentamos cierto cansancio” ha apostado por la evangelización.

Dios “nos ha escogido a cada uno y nos ha gritado a ser hijos suyos, a formar parte de su familia, nos ha abierto las puertas de casa suya y nos ha invitado a quedarnos por siempre jamás como hijos. Y nos envía a hacer crecer la familia buscando nuevos hermanos. Evangelizar es salir por los caminos y los cruces e invitar todos los que encontramos a la fiesta del banquete”, reclamó.

Invitando a vivir la santidad, ha propuesto cultivar la amistad con Jesús atendiendo a “los más vulnerables, los débiles o marginados”. Así, tuvo palabras para “los afligidos por la soledad (que es una auténtica enfermedad de nuestra sociedad), los ancianos a los que se desprecia como inútiles, a los enfermos desahuciados, los que tienen condiciones de vida indignas y miserables, los angustiados y sin futuro aparente”.

Caminar juntos

“Shora, en el momento concreto que vivimos, se nos presenta la oportunidad de mirar más allá de nosotros mismos, de nuestras fuerzas y de nuestras pobres posibilidades. El Papa nos propone, un camino que denominemos “sinodal” y que quiere decir que es un camino que tenemos que hacer juntos”, destacó además.

“La propuesta es andar juntos, fieles y pastores, pero no andar de cualquier manera. Es hacer juntos un camino a partir de un acto de fe en la fuerza el Espíritu Santo, pasando por la escucha atenta de la Palabra de Dios y de los hermanos también, un camino que tendremos que acompañar con una plegaria abundante y que tiene que tener como objetivo abrirnos a la misión, a la evangelización”, añadió.

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