Desde su experiencia de acompañamiento y reparación, la organización ha ofrecido su visión para una investigación “sin vínculos con los partidos políticos”
Ante las noticias que se vienen publicando acerca de distintas alternativas para la constitución de una Comisión de investigación sobre abusos sexuales perpetrados en instituciones de la Iglesia católica en España, la Asociación para la Acogida y el Acompañamiento Betania ha dado a conocer su posición, la cual es favorable ante la propuesta de creación de una Comisión investigadora independiente, “sin vínculos con los partidos políticos” y “formada por profesionales cualificados y de reconocido prestigio en sus respectivos ámbitos que conozcan las dinámicas del abuso sexual en contextos institucionales y específicamente en contextos institucionales religiosos”.
“España cuenta con profesionales de reconocida solvencia en los ámbitos de la victimología, la psicología, la medicina, el derecho, la sociología, la filosofía y la teología, expertos en mediación, trabajadores sociales y profesionales que trabajan en la atención directa a víctimas que pueden desarrollar con plena independencia un trabajo excelente al servicio de la verdad”, ha recordado la asociación.
Desde hace tres años, la Asociación para la Acogida y el Acompañamiento Betania facilita la prestación de servicios profesionales de acogida, escucha y acompañamiento, atención psicoterapéutica y médica, orientación legal, acompañamiento espiritual y reparación a las personas que así lo solicitan.
En cada uno de los procesos que Betania acompaña y facilita, esta asociación, tal como aseveran, “trabaja desde la opción de preferencia por las víctimas, con la voluntad de contribuir a la recuperación integral de las personas que han sufrido abusos, el esclarecimiento de los hechos, la asunción de responsabilidades y la reparación de los daños provocados”.
Desde esta perspectiva y bajo la experiencia del trabajo realizado y del conocimiento adquirido gracias al testimonio de las víctimas, la Asociación considera que una Comisión de Investigación sobre abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica debería aunar ocho claves indispensables:
• Centrarse en la escucha a las víctimas conforme a sus necesidades y derechos.
• Facilitar, en un clima de confianza y seguridad, la narración de los hechos y del sufrimiento que los abusos han causado en las personas que los han sufrido.
• Asegurar la debida protección a las víctimas concretas para evitar cualquier forma de revictimización.
• Facilitar el esclarecimiento de los hechos que se denuncien con independencia de su prescripción legal.
• Investigar la dinámica de los abusos, así como de los factores de riesgo que los facilitan para contribuir al desarrollo de programas realistas de protección y prevención.
• Servir a la recuperación integral de las personas que han sufrido victimización y a la reparación de los daños, facilitando la prestación de los servicios de asistencia y ayuda que sean necesarios.
• Publicar los resultados de la investigación.
• Contribuir a la creación de un clima social sereno y responsable que permita el reconocimiento de las víctimas y de sus derechos.
“Los abusos sexuales constituyen un atentado contra la dignidad, la libertad sexual, la indemnidad y la integridad de las personas que, cuando se perpetran en contextos institucionales religiosos y en relaciones de confianza espiritual y religiosa, afectan también a la libertad religiosa y de conciencia”, ha subrayado la asociación. Debido, precisamente, a la lesión de los derechos citados, resulta un “deber ineludible” la “protección de las víctimas y su reparación”.
Por último, desde Betania subrayan que “gracias al testimonio de las víctimas y a su coraje conocemos la naturaleza del abuso y sus dinámicas, así como los efectos devastadores del mismo”. “El servicio a las víctimas y a sus familias, la reparación del daño y la restauración de las relaciones rotas por los abusos deben ser la finalidad última de una Comisión de investigación que busque la verdad, la justicia y la reparación”, apuntan.