Este domingo el papa Francisco hacía, antes del rezo del ángelus, un nuevo llamamiento por la paz en Ucrania. Por su parte, el patriarca de Constantinopla, Bartolomé II, ha hecho lo propio dirigiéndose a los fieles ortodoxos, a quienes ha instado orar “con todo nuestro corazón por la preservación de la paz en Ucrania”. De hecho, el patriarca ecuménico señalaba que “la posibilidad de una nueva guerra en Europa, resultante de la escalada de la retórica violenta y la militarización de las fronteras entre Rusia y Ucrania, debe ser rechazada de manera inequívoca”.
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“Hacemos un llamado a la paz duradera, la estabilidad y la justicia en la región”, aseveraba Bartolomé II, quien señalaba, a su vez, que “el deber de todos nosotros es rezar y contribuir activamente a la resolución pacífica de situaciones de conflicto y al respeto y protección incondicional de los derechos humanos y la dignidad”.
Asimismo, ha recordado que “no hay solución posible para preservar y garantizar la paz fuera del camino del diálogo, que suprime las condiciones que conducen a la violencia y la guerra”. “La paz”, ha continuado el patriarca, “proviene del respeto mutuo y la cooperación“. Y, en este sentido, “en un ambiente de creciente incertidumbre respecto a los asuntos humanos, la palabra de la Iglesia ha de ser un mensaje claro de reconciliación y paz, de amor y justicia, de fraternidad y solidaridad”.
En sintonía con Francisco
Finalmente, Bartolomé ha hecho “un llamado a todas las partes involucradas para que sigan este camino de diálogo y respeto por el derecho internacional, para poner fin al conflicto y permitir que todos los ucranianos vivan en armonía. Las armas no son la solución”. Y ha recordado las palabras que “dijo recientemente nuestro amado hermano Francisco, el Papa de Roma: ‘No lo olvidemos: la guerra es una locura'”.
“Todos los ministros de la Iglesia, todos los representantes de las tradiciones religiosas, todos los que están en posición de autoridad, todas las personas de buena voluntad, cada uno de nosotros, debemos hacer un llamado a la resolución pacífica de esta peligrosa escalada de palabras y medios”, ha insistido, subrayando que “el silencio y la indiferencia no son una opción”.
