Aunque se muestra optimista y cree que “no habrá guerra”, Vitaliy Krivitskiy lamenta las consecuencias de la tensión con Rusia: “Los inversores intentan sacar su dinero, la moneda cae y los precios suben”
Aunque todavía no se ha producido ninguna acción armada por parte del Ejército ruso contra Ucrania, más allá de la ocupación de las regiones de Crimea y Donbas desde hace ocho años, la tensión que se vive en este país de Europa oriental desde hace semanas por miedo a una invasión ordenada por Moscú ya está provocando consecuencias.
“Mientras el diálogo y la diplomacia siguen todavía trabajando, para algunos el conflicto ya ha iniciado: los inversores están intentando sacar su dinero de Ucrania, algunas compañías aéreas ya han cancelado vuelos, muchas embajadas están retirando su personal, la moneda está cayendo y los precios suben”, lamenta Vitaliy Krivitskiy, obispo católico de Kiev, en una entrevista con la agencia de noticias italiana Ansa. “Todavía no hay guerra y pensamos que no la habrá, pero por todos estos motivos los ucranianos ya están sufriendo y muchos piensan en irse”.
Krivitskiy, como tantas otras voces, pide una desescalada de tensión para evitar un conflicto que aún parece reversible. “Nosotros rezamos por la paz y creemos que no habrá guerra. Aunque la preocupación no es infundada y no excluimos que haya un riesgo real. Pero por el momento no vemos cuáles serían las razones políticas”. El obispo católico de Kiev, de hecho, considera “tal vez excesivo” el llamamiento que diversos países occidentales, como Estados Unidos, los miembros de la Unión Europea o Reino Unido, han hecho a sus ciudadanos para que abandonen lo más pronto posible esta nación exsoviética.
En Ucrania, donde viven unos 5 millones de católicos (poco más del 10% de una población de mayoría ortodoxa), se aprecia mucho al papa Francisco. “Es una voz autorizada tanto para los ciudadanos como para los políticos. Estamos convencidos de que todas las personas de buena voluntad prestarán atención al Santo Padre y a sus repetidas oraciones por la paz en Ucrania”, aseguró Krivitskiy.
El prelado adelantó que, en los próximos días, se publicará una carta del Consejo Ucraniano de las Iglesias y Organizaciones Religiosas, el ágora que reúne a los cristianos, judíos y musulmanes del país. En la misiva se pedirá que se deje de utilizar a Ucrania “como un terreno de juego para otras partidas” y también incluirá un llamamiento a los ucranianos para que “permanezcan juntos y compactos en este momento difícil”.