Durante la semana pasada, los obispos del NOA (noroeste argentino) se reunieron en la localidad de El Rodeo, en la provincia de Catamarca. “El encuentro fue muy positivo porque se conservó el espíritu de fraternidad entre los obispos”, manifestó Pablo Hernado Moreno, administrador apostólico de la Prelatura de Cafayate.
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La agenda
El primer tema abordado fue el del Sínodo de la Sinodalidad. Compartieron cómo se está desarrollando en la región pastoral y cuáles son las actividades de esta etapa inicial centrada en la escucha. Escucha, preguntas y diálogo con las características que cerrarán un diagnóstico de la situación en cada una de las diócesis en estos momentos de la vida eclesial.
En cuanto al tema social, analizaron el tema de la minería, la deforestación y los agrotóxicos.
Recibieron la visita de un médico especialista en drogadependencia, quien se refirió a la ley de cannabi. Si bien el cultivo de esta planta sirve como medicina, la distribución de ella sin una normativa clara, es una inquietud que preocupa a los obispos, por su incidencia en la vida de los consumidores. En orden a este abordaje, los prelados visitaron la Comunidad El Cenáculo. Allí, escucharon el testimonio de muchos que tienen buena voluntad, tratan de recuperarse en un ambiente de amistad, trabajo y oración. Pero la recuperación es lenta y les cuesta la reinserción social.
El p. Moreno también comentó la rica experiencia espiritual que vivieron al visitar la gruta “La Mesadita”. Allí, en “un lugar paradisíaco donde se encuentra la pequeña gruta de la Virgen del Valle”, fue muy emocionante encontrarse con los laicos y compartir la Eucaristía. Destacó la piedad popular y la devoción mariana que se vivencia en el norte argentino, que “nos inunda y llena de gozo a todos”.
Conclusiones
El Administrador Apostólico de la Prelatura de Cafayate destacó algunas conclusiones del encuentro de los obispos de la región. Se trata de cuatro compromisos que aceptaron y asumen en la región.
En primer lugar, y dado que es el tema del momento, le pidieron a Luis Marín, subsecretario del Sínodo de los Obispos, que les de una charla para que participen no sólo los obispos, sino el clero y los laicos y ponerse al día con todas las novedades sobre el tema de la Sinodalidad.
Otra línea de acción estará marcada por la continuidad de trabajo en el área de adicciones para prevenir y acompañar a los jóvenes. Centró la tarea en la misión de “las familias como el fundamento de nuestra propia sociedad para que sigan transmitiendo a sus hijos los valores y esa fe que han recibido”.
En cuanto a la pastoral vocacional y la pastoral misionera, los obispos destacaron al grupo de argentinos que irán a trabajar a la zona amazónica y que están realizando un una seria preparación.
El cuarto compromiso tiene que ver con la próxima beatificación de los Mártires del Zenta. Las diócesis de Orán y de Jujuy son protagonistas de este evento, y buscarán no solo preparar a la comunidad para la ceremonia, sino también dar a conocer y difundir la tarea y el testimonio de este grupo de misioneros.
Durante estas jornadas estuvieron presentes: el arzobispo de Tucumán, Carlos Sánchez y su auxiliar, Roberto Ferrari; el arzobispo de Salta, Mario Cargnello; el obispo de Catamarca, Luis Urbanc; el diocesano y auxiliar de Santiago del Estero, Vicente Bokalic y Enrique Martínez Ossola; José Luis Corral, obispo de Añatuya; José Antonio Díaz y José María Rossi, titular y emérito de Concepción; Dante Braida, obispo de La Rioja; Daniel Fernández, obispo de Jujuy; Luis Scozzina, obispo de Orán; ; el obispo emérito de Humahuaca, Pedro Olmedo; y el administrador apostólico de la prelatura de Cafayate, P. Pablo Hernando Moreno.