Markus Büchel es obispo de la diócesis suiza de St. Gallen, la cual se encuentra, como el resto de la Iglesia, inmersa en el proceso sinodal, en el cual ha “integrado a las mujeres en la medida de lo posible”. Sin embargo, como ha expresado abiertamente en una entrevista publicada por la web de la Conferencia Episcopal alemana, le gustaría que el papel de las mujeres fuera mayor. Mucho mayor.
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“Es verdad: no puedo ordenar mujeres como sacerdotes. Pero tampoco puedo ordenar a ningún hombre en la Diócesis de St. Gallen en este momento, porque los hombres ya no quieren ser sacerdotes por el celibato”, ha explicado. Por lo tanto, “estamos organizando los equipos pastorales de manera diferente para aliviar a los sacerdotes. Pero incluso eso no siempre es tan fácil. La iglesia no se trata solo de jugadores de equipo, no se trata de liderazgo colaborativo“.
Mujeres y sacerdocio
De hecho, a la pregunta de si se debe permitir que las mujeres se conviertan en sacerdotes, el obispo ha asegurado que imagnia “a muchas mujeres como sacerdotisas”. Y no es la primera vez que lo expresa. En 2006, antes de ser ordenado obipo por Benedicto XVI, ya había manifestado este pensamiento en otra entrevista.
“Es una cuestión que debemos discutir, no debe ser tabú”, defendía entonces. Llegó, incluso, a hablarlo con el hoy Papa emérito. “Quería conocerme después de que me eligieran obispo”, explica. “Nos conocimos en Castel Gandolfo, y fue entonces cuando me preguntó sobre la entrevista. Me sorprendió que supiera sobre ella, pero en ningún momento fue una reprimenda, sino un intercambio fraternal”.
“Hoy en día hay más voces abiertas a este diálogo”, añade el prelado. “Estamos en camino, pero aún no es el momento. Como obispo tengo que tomar nota de eso, por eso, a día de hoy, una mujer como sacerdotisa católica es una utopía“, reconoce.
