La Guardia de Finanza italiana (policía de delitos fiscales) ha registrado, tal como informa EFE, varios registros en algunas diócesis en relación con el caso del cardenal Angelo Becciu, juzgado por el Tribunal del Vaticano por presuntas irregularidades financieras.
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Los registros, que responden a una solicitud del Vaticano, han sido ordenados por la Fiscalía de Sassari (Cerdeña), y han tenido lugar en Roma y en las localidades sardas de Ozieri, Pattada y Bono. Con ello, la Santa Sede trata de esclarecer y recabar pruebas sobre si fondos del Instituto para las Obras de Religión (IOR) y de la Conferencia Episcopal italiana acabaron en manos de entidades y personas relacionadas con el ex prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, quien actualmente es el más alto cargo del Vaticano juzgado por delitos financieros.
Resolución del juicio
Los hechos juzgados se remontan a 2013, con la compra, por parte de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, de un edificio en Londres supuestamente con dinero del Óbolo de San Pedro, institución que recauda donaciones de católicos para financiar obras benéficas de los papas.
El 18 de febrero tendrá lugar la próxima audiencia de este juicio, por tanto, este día se hallará respuesta a las distintas acusaciones a las que se enfrentan los 10 imputados, entre los que destaca el cardenal Angelo Becciu, sustituto de la Secretaría de Estado cuando se realizaron las inversiones que han motivado el proceso.