La catedral fe Mallorca ha acogido un funeral por el obispo auxiliar de Barcelona, Antonio Vadell, fallecido el pasado 12 de febrero a los 49 años tras haber sido diagnosticado de cáncer el pasado verano. Una celebración que ha sido presidida por el obispo de Mallorca,Sebastià Taltavull, y en la que también han participado también el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, el nuncio apostólico de la Santa Sede, Bernardito Auza, el obispo de Ibiza, Vicens Ribas, el obispo emérito de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, y los obispos auxiliares de Barcelona, Javier Vilanova y Sergi Godo.
Unos 150 sacerdotes y más 1.200 fieles participaron en la emotiva ceremonia en la que estaban en primera fila los familiares del difunto obispo. A estos se han sumado la delegada del Gobierno en Baleares, Aina Calvo, el alcalde de Palma, José Hila, la consellera de Presidencia, Función Pública e Igualdad, Mercedes Garrido, el conseller de Presidencia del Consell de Mallorca, Javier de Juan, el alcalde de Inca, Virgilio Moreno, o el de Llucmajor, Éric Jareño.
Una fe madura
En la homilía, Taltavull destacó la “fe madura y valiente” de Vadell ya que “la vida de nuestro hermano Antonio, y de manera muy especial el tiempo de la enfermedad, ha sido una catequesis que ha ido dando respuesta a los enigmas que se podían presentar y que él avanzaba explicando su visión, un testimonio inquebrantable de fe, de una fe madura y valiente, capaz de saber dar razón de la esperanza”.
El prelado, añadió, que “podemos decir con gozo que, de su trabajo apostólico, hoy ya recogemos y recibimos el fruto, un fruto que agradecemos de todo corazón y que presentamos en esta Eucaristía”. Para Taltavull, Vadell ha sido “un pastor según el corazón de Dios”. Además, destacó´que el obispo auxiliar pidió ser enterrado en el Santuario de la Mare de Déu, “un lugar muy cercano a su pueblo y muy especial por su entorno natural”.
Por su parte, la presidenta del Govern de Baleares, Francina Armengol, ha publicado un mensaje en Twitter, en el que define a Vadell como una persona “amable, generosa y cercana”. “Así era el obispo Antoni Vadell, una persona querida que nos deja demasiado pronto, pero también un gran recuerdo a todos y todas. Descansa en paz, Toni”, ha escrito.
