Teresa Vaca, originaria de Zitácuaro, Michoacán; Griselda Suárez, de Morelia, Michoacán y María Laura Moreno, de León, Guanajuato, celebraron esta semana 50 años de vida consagrada. Ellas son parte de las casi 21 mil mujeres laicas consagradas en el mundo.
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Vivir la experiencia de Dios
María Laura estudió la licenciatura de Administración Educacional, tiene tres diplomados y una maestría. Fundó los centros de consagradas en la Ciudad de México y Guadalajara. A sus 70 años de edad sigue trabajando en la evangelización de niños y jóvenes en Michoacán.
Considera que la situación de crisis, violencia y falta de felicidad que se vive en la sociedad, es debido a la falta de experimentar y vivir la presencia de Dios, algo que a ella a pesar de sentirse débil y muy pequeña, la ha fortalecido en su apostolado.
“Me siento muy pequeña y débil, pero con Jesús en mí soy muy grande y dichosa. Me siento segura en el servicio y en mi apostolado porque tengo la fuerza y la existencia de Dios”, añadió.
María Laura animó a los jóvenes a que se atrevan a vivir la experiencia de Dios, que se acerquen a la Eucaristía, “hagan un intento, ya luego Dios se encarga de los demás, Él va transformado a las personas poco a poco y serán felices”.
Eucaristía y Virgen María
Griselda Suárez de 71 años, fue la sexta de 12 hijos, ha trabajado en la evangelización de niños con clubes del ECYD en España y México, actualmente trabaja con jóvenes en una Escuela Normal de Michoacán.
Asegura que la comunicación actual es mucho en redes sociales, y que ahí se debe llevar el Evangelio, pero sin dejar de tener un experiencia presencial ante la adoración a la Eucaristía.
Comparte su testimonio: “Yo he sentido la presencia de Dios, de manera más fuerte cuando tengo tribulaciones, pero nunca me he alejado de la Eucaristía, ni de la Virgen María, así nunca te alejas de Dios”.
Por lo más necesitados
Teresa Vaca fue maestra en Morelia. Ha trabajado con señoras y jóvenes en Michoacán y Guadalajara, fue directora del Colegio La Paz y responsable de la pastoral en ese colegio. A la fecha sigue llevando despensas y medicamentos a zonas marginadas en Michoacán.
En estos 50 años de vida consagrada expresa gratitud y anima a las personas a no tener miedo: “Le doy gracias a Dios por haberme llamado a la vida consagrada y por concederme llegar a este 50 aniversario, Dios es fiel, lo he sentido presente en mi vida y es una alegría y satisfacción darlo a los demás y llevarlos a Él.
“Me siento plenamente realizada y feliz en mi vocación. La sociedad necesita de personas, apóstoles comprometidos para extender el amor de Cristo en el mundo entero. No teman abrirle las puertas a Cristo”, agregó.
Cabe mencionar que la Sociedad de Vida Apostólica “Consagradas del Regnum Christi” es una sociedad de derecho pontificio, cuyos miembros se consagran a Dios en el estado laical. Se dedican enteramente al servicio de la Iglesia y de los hombres según el carisma del Regnum Christi y viven vida fraterna en común.
Realizan su labor de evangelización especialmente por anuncio de la fe y difusión de la doctrina católica; formación cristiana y educación de la niñez, adolescencia y juventud; la formación de la mujer y de personas consagradas; promoción del matrimonio y la familia; pastoral vocacional; evangelización de los ambientes profesionales de la cultura y de los medios de comunicación social; promoción de la justicia social y práctica de las obras de misericordia.