César Alonso Ortega Díaz recibió la ordenación episcopal y comenzó su ministerio en esa Iglesia particular ubicada en el estado norteño de Nuevo León
Con 52 años de edad, este martes 22 de febrero, César Alonso Ortega Díaz recibió la ordenación episcopal de manos del arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, e inició su ministerio episcopal como sexto obispo de la diócesis de Linares, ubicada en el estado de Nuevo León.
En nombre de su diócesis, Ortega Díaz pidió al Espíritu Santo que impulse y guíe al Pueblo de Dios en el camino eclesial que se recorrerá en los próximos años, y exhortó a consagrados y laicos a “caminar juntos, con docilidad y apertura, incluso a aquellos que han perdido el valor de la fe o que, aún siendo católicos, viven como si Dios no existiera”.
“Es tiempo de aprender a escucharnos, a dialogar con respeto y con compasión, de acercarnos más allá de nuestras diferencias y de discernir juntos“, dijo.
A la ordenación episcopal asistieron los obispos de la Provincia de Monterrey, así como el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Ramón Castro Castro, y el representante de la nunciatura apostólica, Roberto Luchini.
Ortega Díaz puso en manos del Espíritu Santo su nueva encomienda episcopal, para que sea él quien ilumine, inspire y mueva todo su servicio pastoral. “Que este mismo Espíritu a quien he consagrado esta tarea, sea el fuego divino que renueve y revitalice esta Iglesia”.
“Que él despierte y haga resurgir el ímpetu de esta diócesis: de sus parroquias, de sus matrimonios, de sus jóvenes, de todos, con el gran ardor de la fe, de un fuerte celo apostólico con una gran creatividad pastoral y misionera, y que nos lleve a todos a vivir la cercanía, la unidad y la fraternidad“, añadió.
Asimismo, pidió que sea el mismo Espíritu el que suscite en la diócesis muchas vocaciones, conversiones y servidores “bien dispuestos a trabajar por el reino de Dios, que nos ayude a caminar juntos, en comunión, de forma corresponsable y participativa como nos lo ha pedido el papa Francisco“.
El nuevo obispo destacó el hecho de que inició su ministerio episcopal en la fiesta de la Cátedra de San Pedro: “Esto significa para mí la firme garantía de caminar con aquel que Cristo ha puesto al frente de su pueblo, como maestro y pastor de la fe, de la doctrina, de la disciplina de la Iglesia”.
“Hoy me subo con Pedro a la barca, para remar con él mar adentro; un ministerio que hoy comienzo con mucha alegría y esperanza… en esta tarea apostólica que hoy inicio como pastor de esta Iglesia particular hemos invocado al Espíritu Santo pidiéndole su asistencia divina para este siervo suyo y con la fuerza de esa oración y la imposición de manos, he sido ungido con este don de Dios altísimo”, enfatizó.
En conferencia de prensa previa a la ceremonia de ordenación episcopal, el nuevo obispo de Linares habló de manera breve sobre su proyecto pastoral.
“Trabajar por la familia y la vida; buscar a nuestros jóvenes y enseñarles el camino de la fe y que abran su corazón a Jesucristo, que sepan amarle y responderle con su vida; trabajar mucho por las vocaciones; trabajar mucho por la paz en nuestras comunidades; acercarme al presbiterio, a las religiosas, a los laicos, a todos el pueblo de Dios”, agregó.
Por su parte, al dirigir unas palabras al nuevo obispo de Linares, el arzobispo Cabrera López, quien además es presidente de la CEM, lo exhortó a seguir las huellas de los apóstoles, especialmente las del sucesor de Pedro.
“Te invito también a que compartas la preocupación por todas las iglesias y también a que camines sinodalmente, que lo hagamos siempre cercanos y fieles al Santo Padre, además de vivir la colegialidad, comunión y sinodalidad siempre con el sucesor de Pedro”. le dijo.