El arzobispo de Mérida-Badajoz impulsa las rogativas frente a la sequía

24/02/2022 | Mateo González Alonso

A través de un decreto, Celso Morga, pide a la comunidad diocesana que celebren la misa para pedir la lluvia

GRAF2302. CIUDAD REAL, 21/02/2022.- Un pastor recorre con su ganado los campos de Ciudad Real este lunes cuando el obispo de Ciudad Real, don Gerardo Melgar, publica un decreto pidiendo a sacerdotes, consagrados y a todos los fieles que eleven oraciones "para que el Señor, que todo lo puede, nos conceda la lluvia necesaria para nuestros campos". EFE/Jesús Monroy

El arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, ha publicado un decreto pidiendo a “todos los fieles” cristianos que intensifiquen su “plegaria al Dios compasivo y misericordioso por esta intención, pidiendo al Señor que nos conceda el agua que tanto necesitamos”. Ante la sequía, el prelado pide a los sacerdotes que “celebren en alguna ocasión la Misa ‘ad petendam pluviam’” tal como se recoge en el misal romano entre las misas por determinadas circunstancias. También propone que esta intención “se tenga presente en la oración de los fieles” de la eucaristía.

Uso responsable y solidario del agua

Más allá de la misa, Morga, propone además “encomendar también al Señor esta intención en las preces de Laudes y Vísperas, en la exposición y adoración del Santísimo y en cualquier otro tipo de oración comunitaria que se celebre en nuestra archidiócesis”. Y es que para el obispo supone una gran “preocupación” la “grave sequía” que padece Extremadura, al igual que en el resto España.

Para Morga “la escasez de agua tiene severas consecuencias para la agricultura y la ganadería por la carencia de pastos en nuestra región”, así como “graves consecuencias para el medio ambiente”, en sintonía con el llamamiento que el papa Francisco hace en la encíclica Laudato si’ exigiendo “de todos un uso responsable y solidario del agua”. El arzobispo concluye su mensaje invitando a todos a “presentar al Señor nuestras súplicas, pidiendo con fe y espíritu confiado a Dios que se digne concedernos la lluvia necesaria”, para que, “ayudados con los bienes de la tierra, anhelemos con más confianza los bienes del cielo”.