“Se ha decretado la ley marcial, se recomienda mantener la calma y si suena la alarma acudir a los refugios. Durante la noche fue bombardeado el aeropuerto militar de la ciudad, ubicado cerca de la casa orionina. Mucha está intentando salir de la capital y hay largas filas de coches en las calles. No es fácil encontrar combustible”. Así ha relatado a Fides el testimonio de los misioneros de Don Orione presentes en Kiev el superior de la provincia religiosa Madre de la Divina Providencia, Giovanni Carollo.
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Por su parte, Fabio Cerasa explica desde Lviv que “las sirenas sonaron varias veces y hay mucho caos de tráfico en las calles porque todo el mundo está huyendo. Estamos aquí en casa. Las gasolineras están llenas de gente, así como los cajeros automáticos. El aeropuerto ya ha sido cerrado”.
“Nos quedamos aquí”
También desde Lviv, el sacerdote Egidio Montanari ha recordado que “el ataque es a toda la nación, desde esta mañana siguen sonando las sirenas antiaéreas”, aunque “aún no hemos escuchado explosiones, pero creo que pueden bombardear el aeropuerto de la ciudad, porque lo están haciendo en otras ciudades del país”. Y ha insistido: “Nos quedamos aquí, no podemos abandonar la casa y, sobre todo, a nuestros niños discapacitados porque solo nos tienen a nosotros”.
