“Estamos cansados de tener miedo, la población está cansada del conflicto y quiere vivir en paz”. Así explican los misioneros salesianos que trabajan en la ciudad de Dnipro, cercana al frente de Donesk, el sentir de su pueblo. “El miedo es nuestra cotidianidad tras ochos años de conflicto”, lamentan, según han compartido con Misiones Salesianas.
En Dnipro, los misioneros salesianos realizaban hasta ahora cursos de formación y espacios de tiempo libre, en los que jóvenes, niños y niñas tenían la posibilidad de aprender valores y trabajar la cultura de paz, a través del juego y los deportes . “Ahora estamos preocupados por la población y, sobre todo, por los niños y niñas que son los más vulnerables”, reconocen.
Tras los últimos acontecimientos y la escalada del conflicto con el ataque de estas últimas horas, “seguimos con gran preocupación todo lo que está ocurriendo en Ucrania. Tememos por lo que pueda suceder, sobre todo por nuestras comunidades y por los niños, niñas, jóvenes y sus familias a las que atendemos desde hace años”, señala Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas. “Las escuelas, en momentos de crisis y conflicto, son fundamentales para los menores ya que ayudan a mantener espacios de seguridad y también a tener esa sensación de rutina y vida cotidiana”, agrega.
Desde otros lugares, como Lviv o Kiev, donde también están presentes, los misioneros siguen con preocupación todo lo que está ocurriendo. “Hablamos con los niños, niñas y jóvenes. Muchos están desorientados… En algunas escuelas las clases se tienen que interrumpir por alertas o, incluso, cerrarlas durante días”, indican los religiosos desde estas ciudades. “Hoy no sabemos qué va a pasar, pero una vez más seremos un hogar para todos”, subrayan.
Desde Misiones Salesianas piden a las partes del conflicto que “dialoguen y que apuesten por la paz para evitar un sufrimiento mayor a la población”, concluyen.