La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia Castilla-La Mancha ha dictado sentencia contra J.L.G.M, un sacerdote de Talavera de la Reina
La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia Castilla-La Mancha (TSJCM) ya ha dictado sentencia contra J.L.G.M, un sacerdote que fue condenado a ocho años y seis meses de prisión por abusos sexuales en julio de 2021. Y es que el Tribunal ha desestimado el recurso presentado por el cura considerando que está “suficientemente probado”, tal como recoge Europa Press, el abuso a la niña, que entonces tenía 14 años.
De esta manera, el TSJCM ha ratificado la condena a 8 años de prisión, si bien ha aumentado la responsabilidad civil por daños morales a la víctima de 50.000 a 100.000 euros. La Sala de lo Civil y Penal entiende que la declaración de la víctima sobre los abusos sexuales ocurridos durante varios años “fue suficientemente corroborada en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Toledo, descartando el móvil espurio, la falta de credibilidad y la falsedad en el testimonio de la mujer alegados por el sacerdote condenado”.
Asimismo, la sentencia de apelación de la Sala de lo Civil y Penal no ha condenado a la Iglesia como responsable civil subsidiaria en este caso “porque no ha sido parte personada en el procedimiento judicial”.
Tal como exponía la fiscalía en su escrito de acusación, hecho público en mayo de 2021, los hechos comenzaron en 2011, cuando la víctima se encontraba en una situación de “angustia y confusión” derivada de la crisis matrimonial de sus padres. Acudió al acusado como director espiritual, el cual llegó a convertirse en una “persona de referencia” para ella.
El mismo documento relata los abusos y agresiones sexuales a los que supuestamente sometió este sacerdote a la víctima entre enero de 2011 y junio de 2013, aprovechando su situación de “aislamiento familiar” para llevar a cabo “su comportamiento lascivo”.
El texto narraba, asimismo, cómo el acusado y la madre de la víctima, con quien supuestamente mantenía una relación, la sometieron a un “exorcismo” para quitarle el “demonio” que tenía dentro. Al día siguiente de este hecho, el sacerdote citó a la joven en su despacho “con el pretexto de continuar con el exorcismo”, agrediéndola sexualmente, tal como indica la Fiscalía. “Después de esta situación, el comportamiento del acusado se repitió”, añade.
Del mismo modo, el informe subraya que las agresiones no se dieron únicamente de forma sexual, sino que, además, se sucedieron supuestamente diversos episodios de violencia en los que el acusado llegó, incluso, a darle “una paliza” a la víctima cuando esta oponía resistencia, teniendo esta que “ser atendida en el hospital de Talavera de la Reina”. Asimismo, el escrito señala que “además de insultarla”, la llegó a decir que “no tuviese miedo, que era lo que Dios quería” y también le amenazó con que “si lo contaba, la mataba”.
A día de hoy, tal como expone el fiscal, la víctima sufre una serie de “padecimientos psiquiátricos” compatibles con “haber experimentado acontecimientos traumatizantes, como pueden ser los abusos-agresiones sexuales continuados en el tiempo, que la víctima vivió en soledad durante años en una situación de vulnerabilidad”.