Mykhaylo Chaban, provincial de la Visitaduría Salesiana de Ucrania, de rito greco-católico, acaba de mandar un mensaje a los miembros de su congregación en todo el mundo para dar a conocer la situación que están viviendo tras la invasión de Rusia en la madrugada del 24 de febrero.
Con todo dolido, explica que el momento es “muy trágico”. Y es que, “desgraciadamente, Rusia ha iniciado la guerra con Ucrania. Ha atacado a nuestro pueblo, quiere quitarnos la libertad y la democracia e intenta que nuestro país vuelva a estar bajo su dependencia”.
Algo que, como constata, no es aceptado en absoluto por la inmensa mayoría de los ucranianos: “Nuestro pueblo se opone. Nuestro ejército, aunque no esté tan bien equipado, intenta luchar con el enemigo. Hay muchas víctimas entre los soldados, pero también entre los civiles”.
Ante este oscuro panorama, Chaban lanza un desesperado llamamiento a la comunidad internacional: “El mundo entero espera decisiones inmediatas para detener al agresor. En toda Ucrania hay peligro de atentados. Nuestra capital, Kiev, está sufriendo mucho hoy, así como las zonas fronterizas con Rusia. La gente está huyendo de sus casas”.
Un horror que están palpando en primera persona: “Como salesianos estamos en diferentes ciudades grandes: Kiev, Lviv, Zytomer, Dnipro. Estamos con la gente hasta el último momento. Intentamos ser los que dan esperanza a la gente decepcionada. Estamos creando espacios para los refugiados en nuestras estructuras salesianas; estamos estableciendo lugares de refugio en caso de bombardeos”.
Un abrazo en el que no esperan a levantar al caído, sino que van directamente a él parar sostenerle: “Hoy ya estamos esperando a los primeros refugiados que traerá nuestro hermano el padre Oleg, que ha ido a las zonas cercanas a la frontera rusa, donde hay combates. Fue allí arriesgando su vida. Nuestro hogar infantil de Lviv, donde tenemos a 70 niños a nuestro cargo, acogerá a otros niños procedentes de orfanatos del este de Ucrania y de familias con dificultades. Estamos preparando el espacio y también debemos garantizar todo el apoyo”.
Chaban concluye de un modo estremecedor en un momento como este: “Queridos hermanos, os pido que recéis por Ucrania y que estéis abiertos si los refugiados llegan a nuestro país. Os agradezco toda vuestra ayuda y apoyo”.