El papa Francisco se planta en la embajada rusa en el Vaticano ante su “preocupación por la guerra”. El Pontífice visitó por sorpresa esta mañana al embajador de Rusia ante la Santa Sede, Alexander Avdeev, en un gesto inédito con el fin de pedir diálogo y volver a las negociaciones para lograr la paz en Ucrania.
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La Oficina de Prensa del Vaticano ha confirmado la visita de Jorge Mario Bergoglio a la embajada rusa, situada en plena Vía de la Conciliazione, a escasos metros de San Pedro. Además, según ha podido confirmar Vida Nueva, la reunión duró en torno a 30 minutos.
La posición del Vaticano la dejaba ayer clara el cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, que lanzaba una declaración solo nueve horas después de que Rusia comenzara a bombardear Ucrania: “Aún hay tiempo para la buena voluntad, aún hay lugar para la negociación, aún hay lugar para el ejercicio de una sabiduría que impida que prevalezcan los intereses partidistas, proteja las legítimas aspiraciones de todos y salve al mundo de la locura y los horrores de la guerra”.
El purpurado afirmaba no perder la esperanza “en un resquicio de conciencia de quienes tienen en sus manos los destinos del mundo”.
Salida pese a su reposo pautado
El Papa mantiene buenas relaciones con el embajador ruso, puesto que se está trabajando desde hace meses en el segundo encuentro entre Francisco y Kirill de Moscú, patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa. En este mismo sentido, en diciembre Francisco recibió en el Vaticano a Hilarión Alfeev, metropolita de Volokolamsk y presidente del Departamento de las Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado de Moscú. El Pontífice ha llegado a manifestar hasta su disponibilidad para viajar a Moscú, una visita que con la actual situación no parece cercana.
Poco le ha importado a Bergoglio que los médicos le hayan recomendado reposo ante el “dolor agudo en la rodilla” que le ha llevado a cancelar hoy su viaje a Florencia de este domingo 27 de febrero para participar en el encuentro ‘Mediterráneo, Frontera de la Paz’, junto a obispos y alcaldes de esta parte de Europa. Además, esta dolencia le ha llevado también a causar baja en la misa del próximo Miércoles de Ceniza –2 de marzo– en la iglesia de Santa Sabina.
Según ha informado esta mañana Sala Stampa en un comunicado, el equipo médico de Jorge Mario Bergoglio “le ha prescrito un periodo de mayor reposo en la pierna”. Y es que, aunque muy dado a tomarse sus dolencias con humor, la realidad es que sufre una inflamación del ligamento de su rodilla derecha. Se trata de una dolencia de la que no acaba de recuperarse por su poca afición a permanecer en reposo.
