A través de un vídeo grabado en su capilla en Kiev y difundido a través de las redes, el sacerdote greco-católico ucraniano Oleksandr Zelinskyi, director de la delegación nacional de EWTN, lamenta que “este es un tiempo muy difícil para toda la gente en Ucrania. Es un tiempo de guerra, en el que mucha gente vive aterrorizada e intranquila”. De ahí que quiera agradecer “todas las oraciones” y “el apoyo” que han sentido dirigidos a ellos.
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Con gran pesar, reconoce que “no sabemos qué nos depara el futuro. Estamos en manos de Dios y queremos confiar en Él”. Puesto que, a través de su labor comunicativa, en la que ante todo ayudan a que sean muchos los que puedan conocer “la Buena Noticia”, vuelva a reclamar el sostén espiritual para ellos: “Por favor, apóyennos con sus oraciones”.
Un Padrenuestro especial
Con gran carga significativa, el sacerdote invita a rezar con él el Padrenuestro, “la oración común a todos”, para que “llegue a nuestro Padre que está en el cielo”. Sin duda, cuando llega al “perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”, la oración que legó a la humanidad Jesús de Nazaret, pronunciada apenas a unos kilómetros de la guerra, alcanza una resonancia especial dos milenios después de su muerte.