En entrevista para Vida Nueva, el secretario Ejecutivo de la Dimensión Nacional para la Nueva Evangelización y Catequesis, advirtió de una pérdida de identidad de los catequistas indígenas
Es necesario que en cada diócesis de México se comprenda y se ejecute la iniciación a la vida cristiana, “que lleguemos a tener estructuras en cada parroquia, donde efectivamente la catequesis responda a este nuevo desafío”.
Así lo aseguró en entrevista para Vida Nueva, el secretario Ejecutivo de la Dimensión Nacional para la Nueva Evangelización y Catequesis (DINNEC), el padre Otoniel Ochoa, quien consideró que la carta apostólica en forma de ‘motu proprio’ Antiquum Ministerium, con la que el Papa instituyó el Ministerio de Catequista en mayo de 2021, es un gran desafío.
“Es necesario enfrentar este desafío que nos propone el Papa con el motu proprio de la iniciación del ministerio del catequesis (…) esto va más allá de solamente madurar en la fe –que ya es mucho-, pues ahora, además de suscitar la fe, estamos hablando de que la iniciación cristiana nos permita dar ese paso y responder a este desafío“, dijo.
El padre Otoniel Ochoa inició a mediados del mes de enero de este año su labor como secretario ejecutivo de la DINNEC en sustitución del padre Gerardo Blanco. El responsable de la DINNEC es el obispo de Orizaba, Francisco Eduardo Cervantes.
Al referirse a sus prioridades de trabajo, aseguró que continuará con lo que el equipo anterior ya estaba trabajando, que es afianzar la estructura que dejaron mediante la criteriología, y potenciar los diferentes ámbitos: de coordinadores diocesanos, de provinciales, de formación, de los movimientos de corte kerigmático y catequístico, así como las congregaciones religiosas con carisma catequístico.
El sacerdote se refirió al XIX Encuentro de Catequistas Indígenas y Campesinos, celebrado recientemente: “es muy importante, porque la catequesis es una experiencia que debe ser significativa y adaptarse a diferentes situaciones y realidades”.
Consideró que los hermanos indígenas en México, con toda esta riqueza de sus culturas, aportan mucho a la idiosincrasia, “pero también es cierto que esta catequesis necesita de expresiones, de tratos y de cosmovisiones muy específicas. El encuentro es una manera de acercarnos a ellos, pues es apropiada, necesaria y relevante una catequesis de rostro indígena”.
Una de las principales problemática que pudo observar en el encuentro recién celebrado es la pérdida de identidad de los catequistas indígenas: “el mundo y la cultura se han globalizado y se corre el riesgo de perder mucho de lo que es propio de las culturas, y junto con ello, la lengua”.
Desafortunadamente –lamentó- las nuevas generaciones no siempre quieren escuchar la lengua con la que han crecido, la lengua de sus abuelos o de sus padres porque es motivo de burla, de racismo, y entonces algunos prefieren ocultar sus raíces indígenas.
Señaló que otra limitante son las comunicaciones “pues muchos de nuestros hermanos indígenas no tienen acceso a internet; incluso algunos todavía están batallando con la situación del analfabetismo”.
Si bien –dijo- hay comunidades indígenas que han avanzado mucho en su formación, “me viene a la mente Jarácuaro en Michoacán, donde hay mucha gente profesionista; sin embargo, no es el común”.
Aunado a lo anterior, la catequesis de rostro indígena y campesino enfrenta también los desafíos de una iniciación cristiana adecuada, y “los procesos de catequesis que en verdad permitan un encuentro y seguimiento adecuado de Cristo“.
El padre Otoniel explicó que en el evento se analizó el motu proprio porque “es un desafío que el Papa nos ha dejado, es en lo que tenemos que invertir nuestras fuerzas todos los estratos de la catequesis a nivel internacional y a nivel nacional. Un servidor, junto con el equipo de la DINNEC, estamos trabajando y reflexionando en esta invitación que el Papa nos hace a instituir catequistas“.
Señaló que esto significa un verdadero desafío en cuanto a que se tiene que precisar a quiénes, de qué manera, cómo y qué formación deberán recibir los catequistas instituidos. “El motu proprio es lo que está imperando todas nuestras reuniones e instituciones”, agregó.