El Patriarca de Moscú ha sido blanco de críticas en los últimos días por su posición cercana a Putin
El Patriarca ortodoxo de Moscú, Kirill I se ha reunido, en su residencia en el monasterio Danilov, con el nuncio apostólico en el país, el arzobispo Giovanni D’Agnello. Al finalizar la reunión, el Patriarca aseguraba, tal como recoge Europa Press, que están “intentando tomar una posición de facilitadores de la paz” en la guerra en Ucrania.
“La Iglesia no puede participar en el conflicto, solo puede ser una fuerza pacificadora“, añadía, reconociendo, a su vez, que tanto la Iglesia ortodoxa rusa como la Iglesia católica juegan un “papel importante en el cristianismo mundial y las buenas relaciones que se han desarrollado entre ellas abren perspectivas de cooperación en muchas áreas”.
Kirill también ha reconocido el trabajo que el papa Francisco ha desempeñado en la “contribución a la creación de la paz y la justicia entre las personas“. “Guardo un muy buen recuerdo de nuestro encuentro personal, que sin duda abrió una nueva página en la historia de nuestras relaciones”, señalaba el Patriarca. “Nosotros en la Iglesia Ortodoxa Rusa apreciamos mucho que se haya abierto una página tan nueva”, subrayaba en referencia al encuentro que ambos mantuvieron en 2016 en el aeropuerto José Martí de La Habana.
El Patriarca ha sido protagonista de algunas polémicas en las últimas semanas por su cercanía al presidente ruso, Vladimir Putin, y por no haber condenado de forma directa la invasión a Ucrania. Los últimos que se han pronunciado sobre esto han sido los obispos católicos polacos, quienes han exigido a Kirill que intervenga para que Putin acabe “con la insensata lucha con el pueblo ucraniano, en la que la que están muriendo personas inocentes”.
“El sufrimiento no concierne sólo a los militares, sino también a civiles, especialmente mujeres y niños”, señala en un comunicado el arzobispo Stanisaw Godecki, presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia, país fronterizo con Ucrania y que está siendo lugar de acogida para gran parte de las personas que ya han huido del país.