La Santa Sede aclara cómo será el viaje de los dos cardenales enviados por el papa Francisco a Europa del Este para llevar ayuda humanitaria y pedir el fin de la guerra provocada por la invasión rusa
Después de que el papa Francisco anunciara ayer tras el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro que la Santa Sede estaba dispuesta a hacer “de todo” para favorecer la paz en Ucrania, por lo que mandaba a dos cardenales a la zona del conflicto para llevar ayuda humanitaria y mostrar el rechazo al conflicto, el Vaticano ofreció más detalles este lunes de cómo será el viaje a Europa del Este de los dos purpurados.
Se trata de Konrad Krajewski, Limosnero Apostólico, y de Michael Czerny, Prefecto ad interim del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. El primero tiene previsto llegar hoy a la frontera entre Polonia y Ucrania, mientras que el segundo arribará mañana a Hungría, donde visitará algunos centros de acogida para los refugiados. “Ambos se dirigen a Ucrania y dependiendo de la situación llegarán al país en los próximos días”, aseguró la Santa Sede en un comunicado.
Como dijo el Pontífice tras la oración mariana el domingo, los dos cardenales “llevarán ayuda a los necesitados y serán la presencia no solo del Papa, sino de todo el pueblo cristiano que quiere acercarse y decir: ‘¡La guerra es una locura! ¡Deténganse, por favor! ¡Miren qué crueldad!’” Con este gesto, Jorge Mario Bergoglio también pretende que la atención internacional tenga en cuenta el drama que se vive en otras situaciones de guerra similares en países como Yemen, Siria y Etiopía, como resocró en el Ángelus del domingo anterior.
Según destacó la Santa Sede en su nota, durante su visita a Hungría, el cardenal Czerny manifestará a las autoridades locales que deben acoger sin discriminación “a los residentes africanos y asiáticos en Ucrania, que también sufren miedo y desplazamiento”. Existe además “preocupación” por “el aumento de las actividades de tráfico de personas y la introducción ilegal de inmigrantes en las fronteras y en los países vecinos”.
También invitó finalmente el Vaticano a la puesta en marcha de una “buena coordinación y una estrategia compartida” para ofrecer ayuda humanitaria y organizar corredores humanitarios, de manera que se pueda responder de manera “eficaz” al sufrimiento de los ucranianos.