La Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPS)-Cáritas Mexicana emitió un mensaje con motivo del Día Internacional de la Mujer 2022, en cual asegura que ha sido la mujer quien ha introducido los valores morales en la vida social, por lo que “su papel no debería ser juzgado como secundario o marginal”.
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En un mensaje, firmado por el presidente de la CEPS-Cáritas Mexicana, el obispo auxiliar de Guadalajara, Engelberto Polino Sánchez, y el director nacional y secretario ejecutivo del organismo, el sacerdote Rogelio Narváez Martínez, se solidarizaron con “el dolor de la mujer en nuestro aquí y ahora”.
Y es que, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los primeros 11 meses del 2021 se reportaron 57 mil 94 mujeres víctimas de lesiones dolosas, casi el mismo número que en todo 2020, cuando hubo 57 mil 495.
Además, en esos 11 meses de 2021, se tuvo el registro de 19 mil 484 mujeres que fueron víctimas de violación sexual, lo que representa un incremento de 27.9% frente al mismo periodo de 2020, cuando hubo 15 mil 238.
En cuanto al número de las mujeres víctimas de trata de personas fueron 471 en los primeros 11 meses de 2021, lo que superó las 454 registradas en todo 2020.
Un mundo que ella enriqueció
Para Cáritas Mexicana, los datos señalados hablan de una verdad que nos muestra heridas sociales así como la degradación humana en la que vivimos en nuestro tiempo.
“Verdad que los obispos en México hemos referido: ‘vemos con tristeza que aún los rasgos más dolorosos de la pobreza, la desigualdad y la violencia, tienen rostro de mujer, y existe todavía un largo camino con esfuerzos que tendrán que redoblarse para darle el lugar que le corresponde'”.
Cáritas Mexicana recordó la misión de la mujer en la historia de la salvación que –dijo- “no es realzar el espíritu viril, sino expresar el regalo de la femineidad, no es conservar un mundo hecho por el varón, sino crear un mundo más humano donde el factor femenino participe en todas sus actividades”.
No obstante, lamentó que en el escenario histórico-social durante siglos, y todavía en el siglo XXI, a la mujer se le ha ubicado secundaria y marginalmente en un mundo que ella enriqueció.
“Hoy se habla sobre su dignidad, pero el mensaje de la realidad y las decisiones que se toman en nuestra sociedad no corresponden con las palabras que se pregonan”.
Mujer a contracorriente
Al referirse a la violencia contra la mujer, Cáritas Mexicana puntualizó su preocupación respecto a “la desinformación e indiferencia, el silencio y la insensibilidad en la sociedad; la vulnerabilidad en que se encuentran las niñas, adolescentes y jóvenes; la falta de acción de algunas autoridades, aún frente a denuncias concretas y la corrupción de quienes tienen que luchar para detener estos crímenes”.
Asimismo, lamentó “la falta de herramientas y de coordinaciones adecuadas en quienes son víctimas o en quienes, desde su buena voluntad, quisieran enfrentarse al problema; la falla del sistema educativo y medios de comunicación social al proponer valores; la imposición de una visión de la sexualidad fundada en el hedonismo. La permanencia de la cultura machista que denigra y rebaja a la mujer; la falta de propuestas adecuadas a las jóvenes en la Iglesia, y la falta de una respuesta a este problema”.
No obstante, el organismo destacó como signos de esperanza las manifestaciones que resaltan el valor de la persona y la dignidad de la mujer; las iniciativas a favor de la dignidad de toda persona humana y sus derechos; las movilizaciones populares en reclamo de justicia y cumplimiento de la ley; los esfuerzos de las autoridades para dotar de instrumentos jurídicos eficaces para detener los crímenes contra la mujer, algunos de ellos de lesa humanidad.
De igual modo, reconoció como positivos los distintos canales de recepción de denuncias que van apareciendo; la difusión de fotografías y datos de mujeres desaparecidas; las obras pastorales en la prevención, el auxilio y la rehabilitación de las víctimas, y la capacitación de agentes pastorales para esos servicios; ·el servicio de agentes pastorales que asumen el riesgo de trabajar en un campo minado y el trabajo en redes que se va abriendo camino para aunar esfuerzos compartidos.
Ofrecer el amor cristiano a todas las mujeres
Como Iglesia Cáritas nacional se comprometió a hacer conocer esta realidad, de forma que la sociedad pueda percibirla como un problema social que involucra a todos; “facilitar la atención a las víctimas en su denuncia; denunciar por los canales adecuados casos que lleguen a su conocimiento; promover el espíritu de familia y la fortaleza propia de la misma; realizar un trabajo preventivo con adolescentes y jóvenes para que reconozcan los riesgos y ofrecerles espacios de participación y crecimiento integral; replantear en la Iglesia los programas de Educación para el Amor; plantear esta temática en los Seminarios, la formación de sacerdotes, religiosos, religiosas y agentes pastorales laicos; trabajar en las redes que estén a nuestro alcance; animar, acompañar y fortalecer el esfuerzo pastoral comprometido en esta lucha”.
Finalmente, pidieron que Santa María de Guadalupe, “mujer sencilla incluida en el Acontecimiento de Jesucristo y quien es portadora de la esperanza antigua, siendo primera redimida y primera discípula, nos proteja con su maternal manto y suscite en todos los que tenemos una responsabilidad en esta amada Iglesia las actitudes proféticas y de prevención, así como de defensa de la dignidad humana para ofrecer el amor cristiano a todas las mujeres de nuestra Patria“.