La formación laboral de las mujeres inmigrantes es una máxima de las Religiosas de María Inmaculada y esto va dando sus frutos. Más de mil mujeres inmigrantes, en su gran mayoría procedentes de familias desestructuradas o en riesgo de exclusión, han sido atendidas el año pasado en la residencia que tienen en Valencia. Estas mujeres han tenido acompañamiento y formación para su inserción laboral y por ello más del 65 por ciento encontró un puesto de trabajo fundamentalmente en servicio doméstico.
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“No tenemos bolsa de trabajo pero les facilitamos el camino para encontrarlo”, ha señalado la religiosa Mª Eugenia Arrechea, coordinadora del Centro Social de la Residencia de María Inmaculada. En el centro este 8 de marzo se entregarán diplomas a las mujeres que acogen y acompañan para “premiarles su esfuerzo, su buen hacer y su trabajo”, según recoge el obispado.
Cercanía con Ucrania
A las inmigrantes se les ofrecen talleres de inglés, y de lengua española, de corte y confección, costura, de informática y de guitarra… así como otras formaciones on line. Las destinatarias proceden, fundamentalmente, de países de América Central y del Sur, sobre todo, de Venezuela, pero también de Colombia, Honduras, Paraguay, Perú, Brasil, Ecuador, Argentina, Cuba y Portugal.
También hay mujeres procedentes de Ucrania como Stefanía que tiene tres hijos, dos de ellos en el país —una de ellas intentando salir—, un hijo que acaba de unirse al Ejército ucraniano y una hija que es médico, según recoge Europa Press. Con la comunidad católica ucraniana están recogiendo sobre todo, medicamentos, ropa de abrigo, mantas, productos de higiene, alimentos en latas y leche en polvo para los bebés porque las madres están perdiendo la leche materna por la tensión que sufren por el conflicto. “Lo que estamos viviendo ahora es una catástrofe pero sufriendo llevamos muchos años y en guerra ya son 8, desde 2014, por la crisis de Crimea”, recuerda.