A las faldas de las montañas de Monterrey, en México, Maureen Villanueva buscaba respuestas a incontables cuestiones climáticas que como laica y arquitecta solía plantearse con frecuencia. Laudato si’ fue el campanazo para todas sus dudas, y, como bien explica, “allí encontré la respuesta, me abrió las puertas”.
Desde entonces abandera procesos en el cuidado de la creación para hacer frente “a una indiferencia que a ratos se apodera de nuestra sociedad”. Es así como inició el programa Verde tu comunidad, apoyado por la propia Conferencia Episcopal Mexicana. “En las parroquias la gente quiere hacer, pero no sabe cómo y es ahí donde veo una oportunidad, es lo que me llevó a colaborar con la arquidiócesis, con la pastoral verde como lo llamamos aquí”, explica.
Entre las historias que más ha marcado a Maureen está la del sacerdote Luis Eduardo Villarreal, quien en la zona norte de Monterrey mantiene la casa de paso ‘Nicolás’. Relata que “en sus mismos espacios, donde recibe a los migrantes, cuenta con paneles solares, se acostumbra a que se recicle, a la reutilización de ropa, es una forma de vivir desde esa realidad, la ecología integral en el acompañamiento de nuestros hermanos migrantes. Esto es un claro ejemplo de cómo se puede vivir la ecología integral”.
Asimismo, destaca el legado de cientos de líderes y lideresas que han ofrendado su vida por la causa de la defensa de sus territorios. Admira este profetismo y, aunque “no me ha tocado a mí ninguna amenaza, si he visto gente que las ha recibido”, como el caso de líderes apicultores de la península de Yucatán.
Por lo que, a su juicio, “son situaciones complejas estar al frente de denuncias, ahí es clave buscar la protección de Dios”. A todas estas, actualmente se encuentra en la plataforma del Movimiento Laudato Si’, donde se siente instrumento de paz y bien, porque la actual situación climática “es una lucha entre David y Goliat, donde lo único que tenemos es la confianza en Dios”.