El obispo auxiliar Oscar Miñarro informó el deceso del titular de la diócesis bonaerense de Merlo-Moreno
Después de enfrentar un grave problema de salud que se fue empeorando y complicando con otras dolencias, se produjo esta tarde el deceso de Fernando Maletti, obispo de Merlo-Moreno, diócesis de la provincia de Buenos Aires.
Había sido ordenado sacerdote, en la arquidiócesis de Buenos Aires, el 24 de noviembre de 1973, por el cardenal Juan Carlos Aramburu. En la década del 90, fue párroco de San Cayetano del barrio porteño de Liniers, emblemático santuario de reclamo por el pan y el trabajo.
Ya en el 2001 fue nombrado obispo de San Carlos de Bariloche. “Consuelen a mi pueblo” fue el lema elegido para transitar su tarea de pastor. Acompañó a la comunidad patagónica hasta que el papa Francisco lo nombra titular de Merlo-Moreno, en junio del 2013.
En la Conferencia Episcopal Argentina formó parte de distintas comisiones episcopales, todas ellas relacionadas y vinculadas con la pastoral social.
Durante dos trienios presidió la Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones más Necesitadas. Fue miembro de la Pastoral Social; delegado episcopal para las Comunidades Eclesiales de Base. En los dos últimos períodos, fue delegado episcopal de la Comisión Nacional de adicciones y drogadependencia.
Con una nota firmada por su obispo auxiliar, Oscar Miñarro, se informó la partida del obispo: “Agradecidos por su caminar entre nosotros y por su pastoreo cercano, humilde y fraterno, pedimos a nuestra Madre de Guadalupe lo reciba en la casa del Padre”. También pidió a Dios que de consuelo y esperanza a su familia, y que acompañe a la comunidad diocesana para seguir anunciado el Reino como “lo hubiese querido el Padre Fernando, desde los pobres a todos en salida misionera“.
Los mensajes de dolor, acompañamiento y cercanía marcaron el semblante del padre obispo. La comisión de adicciones detalló parte de las palabras recibidas ante la despedida del Pastor. Ellos mismo señalaron la convicción de que allí donde esté, Fernando estará esperando a sus amigos. “Porque para él nadie sobra. Nadie”. Y agregaron: “De este lado del río quedamos los que supimos con vos construir puentes, los que confiamos en seguir tu testimonio de coraje apostólico, los que viajamos en misión con vos… ahora seguimos el viaje confiados en la esperanza que no defrauda. Hoy despedimos a un hombre bueno“.
El velatorio se realiza desde esta noche en la Catedral (Joly 2760 – Moreno) hasta las 17 de este miércoles cuando se celebrará la misa exequial.