“La educación que viene, por supuesto mucho más tecnológica, estará más centrada que nunca en el cuidado, el respeto, el afecto y la colaboración con los otros”. Así lo ha expresado la ministra de Educación, Pilar Alegría, en su saludo esta mañana a los participantes en el II Congreso Iglesia y Sociedad Democrática, organizado por la Fundación Pablo VI bajo el lema ‘El mundo que viene’, que se celebra desde ayer y finaliza hoy.
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Para la ministra, “la educación será cada vez más equitativa, más profunda en valores, en actitudes y en competencias para convivir en sociedad, porque, en la incertidumbre del futuro, solo los valores nos mantendrán en la senda”.
Alegría se ha centrado en la Agenda 2030 de la ONU como eje para conseguir una “educación de calidad, inclusiva y equitativa”, algo que “no estará muy lejos de las aspiraciones de la mayoría de la ciudadanía”.
La titular de Educación del Gobierno de Pedro Sánchez ha excusado su presencia física en el videomensaje enviado, al mismo tiempo que ha reconocido el interés del congreso y los ponentes. Así, ha alabado el “loable propósito de fomentar el diálogo entre la Iglesia y la sociedad”
Para la ministra, pese a que “resulta casi una temeridad hablar de futuro en medio de una guerra, los servidores públicos tenemos la obligación de imaginar el futuro para dar sentido a los esfuerzos de hoy”. Y ha concluido: “No sabemos cómo será el futuro, pero sí cómo nos gustaría que fuera”.
Tras el saludo de Alegría, ha tenido lugar la mesa redonda ‘El papel de la educación en la sociedad que viene’, en la que han conversado Alejandro Tiana, secretario de Estado de Educación, y Carmen Pellicer, pedagoga y presidenta de la Fundación Trilema.
Sin esperanzas de un pacto educativo
Por su parte, Tiana, preguntado sobre un posible pacto educativo, no se ha mostrado muy esperanzador: “Hay mínimos que compartimos, pero es difícil estar de acuerdo en todo, llegar a un pacto absoluto. La verdad es que no veo mimbres para un pacto educativo, pero sí para llegar a acuerdos”.
En su opinión, esto no es, al menos, “solo culpa de la política”. Y lo ha explicado poniendo como ejemplo cuando en 2006 se intentó en el Consejo Escolar del Estado llegar a un pacto respaldado por entidades tan representativas como Escuelas Católicas y CCOO, pero no se consiguió.
Sistema de conciertos
En este sentido, Pellicer ha afirmado estar de acuerdo con “el pesimismo” de Tiana, pues “hay cuestiones, como la asignatura de Religión, en las que se complica llegar a acuerdos”.
Por otro lado, sobre el derecho de elección de centro, Tiana ha remarcado que “no es una verdad absoluta”. Pese a todo, ha recalcado que “el sistema de conciertos está funcionando, aunque a veces escuchemos algún grito”. De hecho, “el porcentaje entre la escuela pública y privada lleva estable 30 años”, ha aseverado, al mismo tiempo que se ha comprometido a “revisar el coste de los conciertos”.