¿Qué había en el centro de Córdoba antes de la mezquita más famosa construida en suelo ibérico? La excavación arqueológica que lleva a cabo el Cabildo Catedral de Córdoba en el Patio de los Naranjos acredita la presencia de un gran complejo episcopal del siglo V, con alguna edificación de los siglos III o IV. Para los arqueólogos Raimundo Ortiz y Alberto León este hallazgo es de gran importante para conocer la historia del monumento.
- PODCAST: La paz se desangra en Ucrania
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Las excavaciones que han encontrado estos restos que datan de al menos dos siglos antes de la invasión musulmana han retomado los trabajos de arqueología impulsados por el arquitecto Félix Hernández entre 1931 y 1942. En proyecto actual forma parte de un proyecto de 2015 para la digitalización de los archivos de dicho arquitecto que solo pudo llegar a conclusiones parciales.
Un gran complejo con tres edificios
El actual equipo, que ha presentado a la prensa su trabajo, ha aplicado una lectura científica de la evolución del sitio desde la época romana hasta el momento de la construcción de la mezquita aljama. Según recoge Europa Press, hace un año se encontraron unas columnas en torno a una crujía central con una serie de habitaciones. Además, se ha localizado un gran muro de más de 30 metros de longitud de principio del siglo V al que se le añadió posteriormente un ábside y más salas.
Otros muros dan cuenta de otros espacio más reducidos y diferentes edificios. En uno de ellos aparece un mosaico policromado, una auténtica rareza ya que la invasión musulmana siguió una política de “arrasamiento” de lo anterior y de reutilización de materiales. Otra zona más monumental se ha fechado en el siglo VI. En total, los investigadores hipnotizan que el complejo estaba compuesto como mínimo por tres grandes edificios: la basílica episcopal, el baptisterio y el palacio del obispo, con almacenes, capillas y todo aquello que estuviera vinculado con la actividad obispal en la ciudad. Esto se extendería hasta la Puerta del Puente.
